Miguel Pérez de Lema
A mí me parece que sí es importante la decisión de extender el desgraciado canon digital a pocos meses de las elecciones. Y creo que no hay duda de que es parte del pago a la campaña de agit-prop con la que se tumbó al Gobierno anterior. Los favores pueden costar caros.
Hasta ahora los favores se pagaban discretamente, con subvenciones y promociones varias a quienes más se destacaban en favor del régimen. El modelo Expo, o el anabelenismo, o productoras Bosé, Almodóvares, ustedes me entienden. Pero ahora los pícaros se han vuelto tan poderosos que han forzado a los representantes del Estado a darles una regalía ilegítima y permanente. Se sustrae el dinero del bolsillo de todos y cada uno de los ciudadanos de este país que adquieren unos productos ajenos a este grupo de presión.
Acaba de nacer un nuevo feudalismo.
El problema es que los productos gravados afectan especialmente a los jóvenes, que viven muy mal este tipo de abuso y tienden a tomárselo como algo personal. Los chicos nuncamais-noalaguerra no tienen quien los guíe en esta lucha por su derecho a usar la tecnología libremente. Es poco probable que corran a votar a Rajoy -que está contra el canon- pero unos cuantos se desencantarán y pasarán de votar de nuevo a quienes les han tangado. Que les voten los que cobran.
Hasta el tebeo de ZP, ese gratuito de pago, se ha levantado contra el canon. Todo su esfuerzo por sobrevivir ha sido ganarse a los jóvenes para la causa y ahora va el Gobierno y les pone entre la espada y la pared. Público es el periódico que más espacio dedica a este asunto y más caña le da al canon. Lo contrario sería el suicidio de su línea editorial.
El canon digital es una mala solución a un problema real. El concepto de derecho de autor ha variado a lo largo del tiempo, de acuerdo a los avances tecnológicos y a los sistemas de distribución. Los autores deben estar protegidos por las leyes, y éstas tienen que estar de acuerdo con la realidad. La realidad es que la era digital ha cambiado radicalmente la producción y la distribución de los contenidos y todo lo que no sea comprender esta evidencia va a ser un fracaso.
La actual ley es un disparate que no va a solucionar nada, que enfrenta a las partes, y que pone al Estado y a todos sus integrantes al servicio de un lobby.
Y lo de menos son los cien millones de euros anuales que se van a levantar con esta trapacería. Lo peor es el precedente que supone esta relativización del derecho. Como en la granja orwelliana «todos los animales son iguales, pero unos animales son más iguales que otros».
Para quien no lo tenga claro, hay que aclarar que el canon significa algo tan revolucionario como pagar impuestos a una entidad privada, que los gestiona como mejor le parezca -no para hacer hospitales y carreteras, precisamente-.
La obligación de pagar un impuesto privado es incompatible con la democracia.
Internautas presentan 1.000.000 de firmas contra el canon
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Foto 1. contexto original en la página: playamelenara
Foto 2. contexto original en la página: adn
0 respuestas a «Canon digital, un error que puede costar muy caro»
el canon es una auténtica cacicada
¿No se puede presentar una demanda contra el Estado, los del PSOE (me da igual cómo se llame el grupo político, el PP me provoca idéntica urticaria)? ¿En la Constitución no se recoge que las empresas privadas no pueden recaudar impuestos?
Estoy totalmente de acuerdo en que, además, es una falta de sentido común total y absoluta. No hay que penalizar al usuario (esto es, al votante) hay que echarle imaginación para buscar soluciones que no salgan de nuestro bolsillo y aceptar la realidad: el tema de los derechos de autor tendrá que cambiar porque Internet ha cambiado hasta las relaciones personales.