CZ. 3 de junio

por Claudio Molinari Dassatti

Así que los sábados toca fogata y los domingos, mercado. Este domingo conseguimos hacer unos trueques excelentes. Conseguimos cordones de zapatillas, que son muy requeridos. Porque con una cubierta de coche vieja, cordones y una trinchera se pueden fabricar chanclas. Que son calzados muy agradecidos, porque en verano son frescas, en invierno se pueden usar con calcetines (o mangas de jerséis viejos que es lo que usamos ahora), y si llueve un par de bolsas de nylon te protegen del agua. La suerte de la sociedad del petróleo es que nos dejó bolsas de plástico para un par de siglos.

Como iba diciendo, los domingos por la noche hacemos otro fueguito. Pero temprano, porque es importante descansar y empezar la semana llenos de vigor, con diez o veinte calorías de más. Esos días de mercado, a veces, aparece alguien nuevo. Generalmente nos lo comemos, otras veces se quedan a pasar la noche. Y si hay suerte traen algo para la sopa y nos cuentan las novedades de su zona.

Este domingo apareció una mujer alta con pinta de jugadora de baloncesto. En un principio nos llamó la atención porque tenía un poco de barba y una teta sola. Además tenía un acento raro pero hablaba bien español. Se llamaba Ivanka y se la veía retraída. Quizá llevaba mucho tiempo sola o le había pasado algo y había quedado medio loca. Nosotros llevamos años solos y estamos lo bastante locos como para seguir vivos. Nos preguntó si se podía quedar a mirar el fuego. Estábamos de buen humor y le dijimos que sí. Después una hora o así habló.

-La fogatas como esta me recuerdan a mi pueblo cuando era niña.
-¿Festejan la noche de San Juan?
-No, nos bombardeaban con fósforo.