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¿Por qué es tan duro ser mujer en el S XXI? (VI) Hirsutismo Pride

https://www.youtube.com/watch?v=JGT08k1ajms

Miguel Pérez de Lema

Si el sueño de la razón producía monstruos, parece que la lógica del feminismo produce pelo. Ni a favor ni en contra de estas criaturas hirsutas, aquí sólo dejamos constancia del proceso. Del paisaje de este camino que ahora se adentra en la espesura capilar.

Hay que escuchar, aunque sea por encima, las razones de este tipo de alegatos porque son coherentes, y consecuentes con su propio recorrido.

¿Qué será lo siguiente?

13 respuestas a «¿Por qué es tan duro ser mujer en el S XXI? (VI) Hirsutismo Pride»

Ya hay muchas cosas siguientes y yo al menos las valoro positivamente. En cuanto al aspecto físico convencional del estereotipo femenino , rechazar la obligatorieda del uso de tacones y de maquillaje en el ámbito laboral, en especial en la atención al público. Es perjudicial para la salud. (los tacones), es caro, incomodo y no tiene que ser normativo su uso. Y a los que opinen lo contrario les reto a jornadas laborales con tacones y maquillaje espeso para que al menos sepan por un día de lo que se habla.

A ver si lo entiendo. En la escala del radicalismo, ¿quitarse los tacones va después de dejarse la pelambre? Yo creo que la española dejó los tacones a finales de los 80, por lo menos, pero lo de las patas de Chewacca pensaba que era una tendencia más reciente.
Por otra parte, se me ocurren pocos oficios en el que su uso de tacón, junto al maquillaje espeso, sean obligatorios. Por no hablar de que el tacón es ambivalente, estiliza a la mujer, sí, pero sobre todo es un truco para reducir la distancia de estatura con el hombre e igualar la perspectiva.

Ay, lo malo de intentar seguir vuestra revolución es que es que nos tenéis tan confundidos…

No se te ocurre trabajos con tacones y maquillaje espeso obligatorio…pregunta a las dependientas del Corte Inglés, azafatas de vuelo, azafatas de congresos, recepción de hoteles, recepción de muchas empresas, en general atención presencial al cliente y venta al público. No se maquillan todas por casualidad. Lo que pasa es que algunos se creen que lo hacen para gustar a los hombres pero resulta que hay empresas con códigos para el vestuario y maquillaje para las mujeres. A ti no te han dado el papel del código y por eso ni lo sabes ni parece que lo hayas querido saber.

En mi trabajo las mujeres pueden ir con pantalón largo, corto, tacones, chanclas y vestidos cortos en verano.
Yo (por imperativo legal) no puedo ir a trabajar en pantalón corto.
¿A quien discriminan?.
Conste que estoy en contra de los tacones.

He dicho pocos oficios, no ninguno. En los ejemplos que citas sobre todo los que tienen que ver con la uniformidad (dependienta, azafata) supongo que los códigos estarán advertidos previamente al acceder al empleo y supongo que una empresa debería tener derecho a ponerte un gorrito ridículo como en McDonalds, aunque es obviamente ridículo. Aunque, por supuesto, el tema del calzado debería ser negociable si es realmente incómodo y hay que estar muchas horas de pié. (Siento no tener experiencia para valorar este punto, pero tal como van las cosas nunca se sabe). En todo caso, Sindicatos tiene la Iglesia.

Pero mi curiosidad era por lo de si el hirsutismo va antes de los quitarse tacones o después. Sigo deduciendo que en la escala involutiva/libertaria primero es bajarse del tacón. Y sigo sin saber qué será lo siguiente.

(En cuanto a despedir una embarazada, que es cierto que pasa, es desde luego un asunto diferente, que tiene su castigo penal y si por mi fuera, físico).

El eterno empeño por inventar la rueda es enternecedor. En Austria, ya en los 80 la mayoría de las chicas no se depilaban. Era un espectáculo estéticamente desconcertante ver aquellas piernas esbeltas con las matas de vello aplastadas por las medias, aunque la testosterona (al menos la mía) seguía surtiendo efecto si la dama se despojaba suficientemente de muslo para arriba.

No obstante, he de decir que la ley de la oferta y la demanda, ay, también regía, y un servidor prefería los kiwis ya peladitos (que los había).

Con respecto al vello púbico, en cambio, no tengo preferencias.

La verdad es que ni idea de qué empezó antes, yo si tengo recuerdo personal de toma de contacto con la idea reivindicativa de la no depilación en los años ochenta gracias a una profesora de estados unidos feminista declarada. Yo tenía catorce años y quería hacerme la cera «como las mayores » y encontrar esta postura para mi fue muy llamativo. Pero no hice caso que para eso se tienen catorce años y cada una debe poder elegir un criterio estético.
El paralelismo entre despedir embarazadas y despedir por no querer usar tacones, es que es discriminatorio porque solo le pasa a mujeres, nunca le va a pasar a hombres. Se trata de rechazar la discriminación.
No se hasta que punto hay que plantearse qué empezó antes o después, yo no veo objetivos que hayan acabado con la discriminación por ser mujer logrados al cien por cien ni mucho menos, que es lo que cuenta. Por eso no creo que sea acertado que le llames «involución-libertaria » a cada reivindicación que cuestione el Status Quo. Cada manera de buscar libertad y no discriminación «suma» y no es involución, es abrir caminos, simplemente.
Para el futuro no se si cuajará una reivindicación que ya he visto contra el tabú de la regla, su visibilidad en redes sociales, etcétera. Hay alguna forma de reivindicarla que la he encontrado de mal gusto, espero que quien quiera reivindicarla acierte en la forma de hacerlo. Es verdad que hay idas de pinza con el asunto pero también hay una presión social muy fuerte y un tabú ciertamente en algún caso muy exagerado.
Que yo me alegre de los objetivos conseguidos contra la discriminación o que me parezca estupendo que se hagan reivindicaciones no quiere decir que haya que considerar normativo dejarse pelos en las piernas, no volver a usar tacones etc, de lo que se trata es que no sea obligatorio y que cada una pueda elegir.
Por otra parte creo sano chotearse de los pelos y de las reacciones que causa en la gente encontrarlos cuando no se espera, creo que el humor tiene cabida perfectamente.

Yo no me tiño a las canas. A la prota del vídeo le faltan unos cuantos anitos para llegar a eso, que es el colmo de la rebeldía: ¡no disimular la edad que tienes!
Así que, desde esa perspectiva, respeto totalmente su decisión.
Lo que ya no me provoca respeto son sus razones.

Cuando decidí no teñirme, ya sabía que los hombres se sentían más atraídos por las mujeres jóvenes.
Pero no se me ocurrió echar la culpa a los hombres de que no se acercaran tanto a mí como cuando era joven.
No se me ocurre pedir comprensión, igualdad, derechos ni otras idioteces: yo no me tiño porque no me da la gana, por eso no tengo que justificar lo que hago ni buscar culpables. Me gusta ver cómo envejezco, eso es todo. Y el día que deje de gustarme, me teñiré, pues no estoy reivindicando nada.

Lo siento mucho, pero no comulgo con la nueva religión de la ideología de género.
Y la llamo religión porque hace falta verdadera fe para creer en lo que la naturaleza contradice.
Y por mucho que intente creer, no tengo fe.
No comulgo con eso de que soy mujer porque así lo dicen unas rancias convenciones sociales.
Yo creo que tengo derecho a ser una mujer que se sienta atraída por los hombres, las mujeres, o las amebas. Incluso puedo ser asexual. O estar atrapada en un cerebro de hombre. Pero seguiré siendo una mujer, porque serlo no depende de mi religión, sino de mi cuerpo.
De la biología.
La regla, el semen y los sistemas reproductores no son una conspiración de la derecha.
Son las armas de las que nos ha dotado la naturaleza para nuestra supervivencia.
Pero eso da para un artículo sobre la familia. (Estoy en ello).

Yo no ,me depilo desde que cambié de vida… Antes, en la otra vida, en la que la estética formaba parte del juego superficial en que vivia lo hacía sólo cuando iba a enseñar las piernas. Núnca me deseperé por ningún pelo ni nada de lo que esta chica cuenta, tampoco he sentido niguna presión social ni cuando me depilaba ni cuando dejé de hacerlo. No he recibido ningún insulto. No creo que sea una cuestión de género, tenía algunos compañeros de trabajo que se depilaban, se ponian cremas y tardaban más en asaerse que yo.
Veo en su discurso traumas adolescentes sin trabajar canalizados hacía el tema de la depilacíon…
Realmente todo el video me parece bastante superficial e inmaduro.
Ahora el tema de género…. ese es el que me preocupa. Estoy deacuerdo contigo, Marisol, en que no hay convencionalismos sociales que me hagan mujer y tampoco si me depilo o no. Pero ella (bastante más joven que nosotras) tiene un cacao mental con eso importante y eso me preocupa.

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