En el TAGDO nos encontramos de nuevo a Irene, que también está haciendo la ronda de inauguraciones. Irene, la pelirroja, con quien no habíamos podido concluir nuestra conversación porque estaba masticando una salchicha mientras discutía con una artista conceptual, nos había seguido hasta allí.
Sé que su interlocutora era una artista conceptual porque los artistas conceptuales siempre van de negro, como David Lynch, Philip Glass o Damien Hirst. El negro es una declaración de independencia, una ocultación de uno mismo destinada a que sea la obra la que brille.
Irene ahora charla con un amigo del artista lituano, pues tiene una debilidad por todo lo que huela a post-soviético. En sus muchos viajes a Europa del Este para entrevistar a ex comunistas había conocido a mucha gente en Vilna. Vilna no es la esposa de Pedro Picapiedra, sino la capital de Lituania. Pero lo más interesante de la tarde es un italiano que también va vestido de negro, igual que la directora de la galería y el dueño de la misma, de la galería.
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