No tiene mucho que ver, pero todos los detractores del nacionalismo en esa región insisten enfáticamente en que ellos se sienten «catalanes y españoles». Todos. Pero nunca he oìdo a nadie decir que viva en Cataluña y se sienta *sólo* español. Parece como si sonara ofensivo, ¿verdad? Es, simplemente, una concesión más a la presión totalitaria: los nacionalistas están ganando el pulso desde el día 1. La psicología del fascismo.
Bueno, pues yo he vivido 13 años en Cataluña y nunca me he sentido catalán. ¿Alguien tiene algo que objetar? ¿O es que no tenía yo ya derecho a ser uno más, exactamente con los mismos derechos, teniendo pasaporte español igual que ellos? A ver, los del armario, un paso al frente y a exclamar todos en voz alta: «Yo vivo en Cataluña y NO me siento catalán. ¿Pasa algo?»
¡Cohones!
Diada: Memoria histórica.
El 11 de septiembre de 1714 Barcelona, después de una resistencia numantina, cae ante el ejército de Felipe V, hecho que marca el final de una Guerra de Sucesión por la corona de España entre el monarca borbón y Carlos III archiduque de Austria.
Es el desenlace final de unos hechos que tienen su origen en octubre de 1701, cuando, después de un apoteósico recibimiento de la ciudad de Barcelona, las Cortes de Cataluña juraron fidelidad y vasallaje a Felipe V, quien a su vez juró respeto a todas las leyes y privilegios del Principado. En los años posteriores, parte de la nobleza y la burguesía catalanas se inclinan en la pugna sucesoria a favor de la causa austracista, por razones económicas y políticas. Se inicia así una guerra civil catalana en la que ciudades enteras se posicionan en uno y otro bando. Finalmente, con el apoyo militar y económico de ingleses, holandeses y austriacos, se imponen los partidarios austracistas.
Cataluña y Barcelona, traicionando su anterior juramento a Felipe V, apuestan por Carlos III en una Guerra de Sucesión (no de secesión) en la que defendían un candidato, su candidato a ocupar el trono de España. De hecho, el famoso y nada heroico ni mártir conseller en Cap, Rafael Casanova (ante cuya estatua se hace el homenaje nacionalista todos los 11 de septiembre)cuando arenga a los defensores de Barcelona, les dice: “Señores, hijos y hermanos: hoy es el día en que se han de acordar del valor y gloriosas acciones que en todos tiempos ha ejecutado nuestra nación. No diga la malicia o la envidia que no somos dignos de ser catalanes e hijos legítimos de nuestros mayores. Por nosotros y por la nación española peleamos. Hoy es el día de morir o vencer. Y no será la primera vez que con gloria inmortal fuera poblada de nuevo esta ciudad defendiendo su rey, la fe de su religión y sus privilegios”. Luchaban pues, por España, por su forma de concebir España, no por su independencia de ella, y perdieron la guerra.
Las consecuencias en cuanto a represión, confiscación de bienes y limitación de privilegios y libertades, resultaron relativamente benignas para el Principado en su conjunto, ya que Felipe V tuvo cuidado de no perjudicar a quienes habían apoyado su causa, saliendo muchos de esos catalanes ampliamente beneficiados.
La inversión extranjera huye de Cataluña ante el desafío soberanista de Mas: cae un 60% en 2014
La incertidumbre que reina sobre Cataluña ante una posible independencia está espantando a los inversores extranjeros, que si en 2013 invirtieron 787 millones de euros en la Comunidad Autónoma, en lo que va de año han reducido la cifra a 267 millones.
Los datos hablan de un mínimo histórico de inversión extranjera en Cataluña
VOZPÓPULI
La inversión extranjera en Cataluña en el segundo trimestre de 2014 ha caído un 66% respecto al mismo periodo de 2013, pasando de 787 millones de euros el año pasado a 267 millones en el actual ejercicio, según ha informado este miércoles Convivencia Cívica Catalana.
La entidad aprovecha datos del Registro de Inversiones para poner el foco en los problemas económicos que puede desatar el conflicto político. El periodo de abril a junio de 2014 habría constituido en Cataluña un mínimo histórico de inversión extranjera desde que existen datos sobre tal indicador (año 1993).
La disminución del interés en 2014 por invertir en Cataluña ha sido generalizada por parte de inversores procedentes de las principales áreas geográficas del mundo: europeos (-61%), americanos (-65%), asiáticos (-51%) y del conjunto de la OCDE (-65%).
La caída de la inversión extranjera ha afectado a los principales sectores productivos de Cataluña tales como la industria de manufactura (-77%), la construcción (-66%), las actividades profesionales (-56%) y de manera muy destacada al sector financiero catalán (-93%).
Desde finales de 2010, momento en el que CiU tomó posesión del gobierno autonómico de Cataluña, con una mención expresa a una hipotética secesión, los inversores extranjeros han destinado cuatro veces menos de su dinero en Cataluña que en Madrid, a pesar de que el peso económico de ambas regiones es similar.
Los preocupantes datos dados a conocer oficialmente por el Registro de Inversiones del Ministerio de Economía subrayan que la incertidumbre y la inestabilidad política generada por la radicalización del discurso del gobierno catalán en este año 2014 están pasando factura y contribuyendo a crear un clima de inseguridad y desconfianza entre los inversores extranjeros que han decidido de manera mayoritaria contraer o incluso paralizar sus inversiones en Cataluña.
Convivencia Cívica Catalana, presidida por Francisco Caja, es una plataforma coordinadora de entidades cívicas y ciudadanos que se define como defensora de los derechos y libertades de los ciudadanos, y que ha desarrollado una intensa labor de lucha para defender la libertad lingüística en Cataluña «vulnerada por los sucesivos gobiernos autonómicos».
«Apelamos desde la entidad a la responsabilidad de los políticos de Cataluña y hacemos un llamamiento a su sensatez para evitar un perjucio mayor al ya generado a la economía catalana, a su tejido empresarial y a todos sus agentes económicos, incluido el conjunto de los ciudadanos catalanes», defienden en una nota de prensa.
5 respuestas a «Jo també sóc català»
No tiene mucho que ver, pero todos los detractores del nacionalismo en esa región insisten enfáticamente en que ellos se sienten «catalanes y españoles». Todos. Pero nunca he oìdo a nadie decir que viva en Cataluña y se sienta *sólo* español. Parece como si sonara ofensivo, ¿verdad? Es, simplemente, una concesión más a la presión totalitaria: los nacionalistas están ganando el pulso desde el día 1. La psicología del fascismo.
Bueno, pues yo he vivido 13 años en Cataluña y nunca me he sentido catalán. ¿Alguien tiene algo que objetar? ¿O es que no tenía yo ya derecho a ser uno más, exactamente con los mismos derechos, teniendo pasaporte español igual que ellos? A ver, los del armario, un paso al frente y a exclamar todos en voz alta: «Yo vivo en Cataluña y NO me siento catalán. ¿Pasa algo?»
¡Cohones!
Diada: Memoria histórica.
El 11 de septiembre de 1714 Barcelona, después de una resistencia numantina, cae ante el ejército de Felipe V, hecho que marca el final de una Guerra de Sucesión por la corona de España entre el monarca borbón y Carlos III archiduque de Austria.
Es el desenlace final de unos hechos que tienen su origen en octubre de 1701, cuando, después de un apoteósico recibimiento de la ciudad de Barcelona, las Cortes de Cataluña juraron fidelidad y vasallaje a Felipe V, quien a su vez juró respeto a todas las leyes y privilegios del Principado. En los años posteriores, parte de la nobleza y la burguesía catalanas se inclinan en la pugna sucesoria a favor de la causa austracista, por razones económicas y políticas. Se inicia así una guerra civil catalana en la que ciudades enteras se posicionan en uno y otro bando. Finalmente, con el apoyo militar y económico de ingleses, holandeses y austriacos, se imponen los partidarios austracistas.
Cataluña y Barcelona, traicionando su anterior juramento a Felipe V, apuestan por Carlos III en una Guerra de Sucesión (no de secesión) en la que defendían un candidato, su candidato a ocupar el trono de España. De hecho, el famoso y nada heroico ni mártir conseller en Cap, Rafael Casanova (ante cuya estatua se hace el homenaje nacionalista todos los 11 de septiembre)cuando arenga a los defensores de Barcelona, les dice: “Señores, hijos y hermanos: hoy es el día en que se han de acordar del valor y gloriosas acciones que en todos tiempos ha ejecutado nuestra nación. No diga la malicia o la envidia que no somos dignos de ser catalanes e hijos legítimos de nuestros mayores. Por nosotros y por la nación española peleamos. Hoy es el día de morir o vencer. Y no será la primera vez que con gloria inmortal fuera poblada de nuevo esta ciudad defendiendo su rey, la fe de su religión y sus privilegios”. Luchaban pues, por España, por su forma de concebir España, no por su independencia de ella, y perdieron la guerra.
Las consecuencias en cuanto a represión, confiscación de bienes y limitación de privilegios y libertades, resultaron relativamente benignas para el Principado en su conjunto, ya que Felipe V tuvo cuidado de no perjudicar a quienes habían apoyado su causa, saliendo muchos de esos catalanes ampliamente beneficiados.
Pues yo creo que lo vamos a pasar pirata.
¿La mayoría romperá su silencio a tiempo?
https://www.youtube.com/watch?v=yYKUsumVhqg&feature=youtu.be
La inversión extranjera huye de Cataluña ante el desafío soberanista de Mas: cae un 60% en 2014
La incertidumbre que reina sobre Cataluña ante una posible independencia está espantando a los inversores extranjeros, que si en 2013 invirtieron 787 millones de euros en la Comunidad Autónoma, en lo que va de año han reducido la cifra a 267 millones.
Los datos hablan de un mínimo histórico de inversión extranjera en Cataluña
VOZPÓPULI
La inversión extranjera en Cataluña en el segundo trimestre de 2014 ha caído un 66% respecto al mismo periodo de 2013, pasando de 787 millones de euros el año pasado a 267 millones en el actual ejercicio, según ha informado este miércoles Convivencia Cívica Catalana.
La entidad aprovecha datos del Registro de Inversiones para poner el foco en los problemas económicos que puede desatar el conflicto político. El periodo de abril a junio de 2014 habría constituido en Cataluña un mínimo histórico de inversión extranjera desde que existen datos sobre tal indicador (año 1993).
La disminución del interés en 2014 por invertir en Cataluña ha sido generalizada por parte de inversores procedentes de las principales áreas geográficas del mundo: europeos (-61%), americanos (-65%), asiáticos (-51%) y del conjunto de la OCDE (-65%).
La caída de la inversión extranjera ha afectado a los principales sectores productivos de Cataluña tales como la industria de manufactura (-77%), la construcción (-66%), las actividades profesionales (-56%) y de manera muy destacada al sector financiero catalán (-93%).
Desde finales de 2010, momento en el que CiU tomó posesión del gobierno autonómico de Cataluña, con una mención expresa a una hipotética secesión, los inversores extranjeros han destinado cuatro veces menos de su dinero en Cataluña que en Madrid, a pesar de que el peso económico de ambas regiones es similar.
Los preocupantes datos dados a conocer oficialmente por el Registro de Inversiones del Ministerio de Economía subrayan que la incertidumbre y la inestabilidad política generada por la radicalización del discurso del gobierno catalán en este año 2014 están pasando factura y contribuyendo a crear un clima de inseguridad y desconfianza entre los inversores extranjeros que han decidido de manera mayoritaria contraer o incluso paralizar sus inversiones en Cataluña.
Convivencia Cívica Catalana, presidida por Francisco Caja, es una plataforma coordinadora de entidades cívicas y ciudadanos que se define como defensora de los derechos y libertades de los ciudadanos, y que ha desarrollado una intensa labor de lucha para defender la libertad lingüística en Cataluña «vulnerada por los sucesivos gobiernos autonómicos».
«Apelamos desde la entidad a la responsabilidad de los políticos de Cataluña y hacemos un llamamiento a su sensatez para evitar un perjucio mayor al ya generado a la economía catalana, a su tejido empresarial y a todos sus agentes económicos, incluido el conjunto de los ciudadanos catalanes», defienden en una nota de prensa.