Islamoficción en Barcelona

por nidiosniamo
Fotografía en contexto original: quées

No soy amigo de las conspiraciones, pero estoy convencido de que la noticia en la que se anuncia que la Monumental de Barcelona va acabar convertida en la mayor mezquita de Europa, es una ficción, una mentira hija de una estrategia política que puede responder a varias razones:

a) Los dueños del Grupo Balañá han creado este docu-ficción para llamar la atención sobre la situación de la plaza y atraer, de paso, posibles compradores.
b) Alguien ha decidido atacar al nacionalismo con sus mismas armas: emociones; en este caso, el miedo.

En el segundo caso, daría lo mismo que fuera verdad o mentira, pues habría conseguido su propósito: la mera idea de que la meca del toreo en Cataluña pueda acabar convirtiéndose en la Meca de Europa (de plaza de toros a plaza de moros), pone la carne de gallina a más de uno, y está provocando riadas de comentarios en todos los medios. Quizá muchos estén pensando que, aunque ahora no haya ningún plan para construir una megamezquita en el centro de Barcelona –en Madrid está fuera de la M-30-, tarde o temprano y teniendo en cuenta la cantidad de musulmanes que hay en Cataluña, la ficción acabará convirtiéndose en realidad.

Entonces el turismo cambiaría radicalmente. Los jóvenes artistas, los perroflautas internacionales, los revolucionarios antisistema y los ricachones occidentales darían paso al turismo religioso; y los tops y los bermudas cederían el protagonismo a velos y chilabas.

Y como los turistas musulmanes serían muchos, habría hoteles especializados en los que todo fuera a su gusto: ni gota de alcohol, piscinas separadas, etc. Después también empezaría a haber apartamentos y urbanizaciones especiales para ellos, e incluso playas en las que fuera obligatorio que las mujeres se bañaran completamente vestidas, etc. Todo el comercio de alrededor de la mezquita acabarían en manos musulmanas, y los negocios inmobiliarios, y los bares y… Teniendo en cuenta la política demográfica de las gentes del islam, Barcelona no tardaría demasiado en ser musulmana.

Lo dicho: que no sé si esta noticia es un arma política para hacer pensar a los catalanes que a ratos tienen dudas–los independentistas radicales no van a cambiar de idea así se les presente la zarza ardiente y parlanchina- en si de verdad se sienten tan diferentes de los españoles. Y en caso afirmativo, es decir, que sea una estrategia política, me quito el sombrero ante su ideólogo.