por Marisol Oviaño
No tengo datos, ni digo que esto sea una ley natural; pero me parece que los matrimonios más sólidos son aquellos en los que la pareja se conoció en la adolescencia. Matrimonios en los que ellas no han conocido otro hombre, ni falta que les ha hecho. Entre mis amigos hay varios, y todos parecen moderadamente felices. Probablemente lo sean: nada abriga más que la complicidad.
También creo que las parejas son más estables cuando el sexo apenas tiene lugar: los cuernos no tienen repercusión aunque escuezan; se perdonan porque se entienden como vía de escape, un sistema para mantener el equilibrio. Sin embargo, en las parejas en las que ambos se desean rabiosamente, los cuernos serían alta traición. Y, casi con toda seguridad, motivo de ruptura. La pasión que los une los hace, al mismo tiempo, más vulnerables.
El deseo es ingobernable. Es animal. Podemos sentir repugnancia por quien nos lo pondría todo muy fácil, y desear de manera obsesiva a quien de seguro nos arruinaría la vida. Por eso el sexo nunca ha sido buen consejero. Proporciona sensaciones inolvidables, eso sí. Ay.
Mi amigo Luis dice que el amor es poco más fiable que el sexo porque también puede mudar, y que la gente debería casarse por conveniencia. Al menos, así la familia no se vería afectada por los vaivenes de la pareja.
Pero yo ni siquiera creo que la conveniencia pueda garantizar nada: demasiada estabilidad,demasiada seguridad también puede acabar dando al traste con el aséptico plan de construir una vida sin amor, sin sexo y sin pasión.
No hay fórmula infalible.
Al menos, si escuchas a tu corazón no podrán quitarte lo bailado. Y siempre tendrás algo que recordar.
3 respuestas a «el matrimonio infalible»
– Profesor ¿Cuanto dura el examen?
– 90 minutos, pero si eres del madrid durará hasta que apruebes
Gracias por tu meditado comentario, Ariadna.
En su día ya hablamos del magnífico equipo que estaba consiguiendo el Cholo: https://proscritosblog.es/2013/09/29/el-atletico-de-madrid-del-cholo-es-el-ejemplo-a-seguir/
Y no habíamos colgado nada de la décima para no hacer más daño en caliente a la afición colchonera, bastante cruel ha sido ya vuestra derrota.
Pero parece que si nadie os mete el dedito en el ojo, os lo tenéis que meter vosotros. Pues nada, a disfrutarlo. Ya dicen que ser colchonero es sufrir.
Si a mi me da igual el futbol. Es una broma de un humor muy suave y amable, para como es el patio futbolero. No es un comentario hecho desde la aficción sino desde el humor.