La etarra sensible

Miguel Pérez de Lema

Sólo las malas personas como yo podemos pedir que entrullen a la etarra Itziar Alberdi, autora de 8 asesinatos, y encontrada recientemente en México donde vivía con la identidad falsa de Eva Barreña y se dedicaba -con cierta gracia, hay que decirlo- a la escultura.

Hay que ser un canalla, pero canalla coherente como yo, para alegrarse de que esta asesina acabe en la cárcel demostrando que las condenas tienen como primer objetivo el castigo del delito y después, si se tercia, la reinserción.

Toda nuestra educación sentimental se construye sobre mentiras como que el primer objetivo de la cárcel es devolver al preso hecho un pincel, como si el Dueso fuera un MBA. Mira, pues no. El talego está para pagar y en el argot carcelario los mismos presos hablan de cuánto están pagando para hablar de la duración de su condena.

En estas que nos traen a la etarra/escultora, con su cara de flipada y si vocecita de mosquita muerta, y en algún lugar de su conciencia podrida sus ocho víctimas, y nos dicen que le van a caer 25 años. Y uno, que es muy malo, se alegra. Pero ojo, amigo progre, si la cárcel está para rehabilitar y reinsertar esta señora que se ganaba bien la vida y tenía una casa estupenda y unos niños que ni sabían que eran hijosdeputa, no debería ni haber sido detenida. ¿O qué?

Entrevista a la escultora Eva Barreña AKA Itziar Alberdi

http://youtu.be/jJ0pF0SIBio