http://youtu.be/T2__h_bO4Ns
En la madrugada del 25 de septiembre de 2013, más de un centenar de antidisturbios ejecutaron con violencia la orden de desahucio de la casa de Isabel Rodríguez, perteneciente a la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) de Madrid, donde vivía con su marido, su hija de 8 años y sus padres. Más información en http://periodismohumano.com/economia/…
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Esta sección toma su título de una célebre frase de Homer Simpson. No se trata, pues, de un deseo real de matar, sino tan sólo de una expresión posmoderna e inofensiva de malestar y frustración. A esta sección traeremos los estupores audiovisuales que, aun en el marasmo y la idiocia de este final de partida, todavía consigan agitarnos como últimas luces sinápticas que estimulen nuestro cerebro zombificado. Que nos provoquen ganas -posmodernas y figuradas- de salir a la calle y matar a alguien.
6 respuestas a «Ganas de matar aumentando.12: a relaxing desahucio con un millón de antidisturbios in Madrid»
Jo-der
Es-pa-ña
Presupuestos 2014
Sanidad: -35%
Financiación de Partidos: + 28%
Ole! Ole! Ole!
Fuentes:
http://www.eldiario.es/politica/presupuesto-Sanidad-ciento-descenso-ministerios_0_180932270.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/30/espana/1380544936.html
El problema es que la gente está siendo pobre por encima de sus necesidades.
Todo en este asunto es flipante: son (o eran) viviendas sociales, la deuda es una miseria (cualquier casero particular daría más oportunidades a los inquilinos), los ocupantes de la casa son ancianos enfermos y su hija está en el paro… ¿Para eso sirve la policía, para eso tenemos Estado?
Deberíamos tener derecho a elegir en qué queremos que se gasten nuestros impuestos, que pusieran divenersas casillas en la declaración de la renta. Seguro que casi todos preferiríamos que se invierta en ayudar al que más lo necesita que en rescatar cajas fraudulentas y mantener miniestaditos de la señorita Pepis.
Si miráis bien, todos actúan.
Incluyendo a las autoridades.
No te olvides de que vivimos en democracia, es decir, que no pintamos nada.