La Guerra de Rajoy

Miguel Pérez de Lema

Que no se diga. Si como nos contaban en Platoon, en Estados Unidos cada generación debe tener su guerra, aquí, cada presidente ha tenido la suya. González la del Golfo, con Marta Sánchez moviendo el culito en el portaaviones en Nochebuena; Aznar jugó la segunda parte, rematando, pero la Bardem y Almodovar dijeron que caca; y hasta ZP se animó a enviar unas potentes remesas de lejías a Afganistán, que se las tenían tiesas con la morisma día sí día también, aunque en casa sólo los hemos visto repartiendo gominolas: ZP era amor.

Lo cual que en esta vuelta al cole de 2013, el Registrador va a tener también la suya. Algo tendremos que poner en la cuchipanda de Siria: la base Morón, un voto en la ONU, la cuerda para ahorcar a Al Asad… Si es que este gallego está tocado por la fortuna. A ver dónde se queda Bárcenas cuando empiecen a abrir los teledriarios con los bombardeos in the night, los drones friendo leales, y las tertulias opinando porque en España hay gente que va a opinar de esto como si le fuera la vida en ello y predigo que será de esta manera: el 50% gritará histéricamente que no y el otro 50% aullará que sí.

No sabemos si Mariano se va animar a mucho más que al apoyo moral/táctico/galaico a la causa. Si como integrantes del equipo OTAN vamos a jugar unos minutos en esta pachanga, o la vamos a ver toda desde el banquilllo. Pero por si acaso vamos a ir estirando músculos, que el campo está embarrado y no hay enemigo pequeño.