Categorías
General

El ocaso de los dioses (progres)

Miguel Pérez de Lema

La ubérrima democracia, rezumante de leche y miel, no dejaba de proveerles de razones para sentirse satisfechos. Todo encajaba. Las cosas funcionaban. Ellos ariba, los demás abajo. Como debe ser.

El País facturaba la mitad de todos los ingresos por publicidad de la prensa en España. A un lado de la balanza, El País; al otro, el resto de periódicos nacionales de Madrid, los dos grandes de Barcelona, y las cabeceras históricas de todas las provincias. Era como medírsela con niños de cuatro años. La percepción de la realidad y de uno mismo, deben alterarse hasta simas inexploradas del ego. Por eso, supongo, debe ser tan difícil de encajar que el viento ha cambiado de dirección.

Descubrir que eran mortales.

Cuando los enjuagues de Cebrián barrían para casa, los dignos callaban.

Hoy sienten el frío de la realidad y se nota en sus expresiones que no son capaces de reaccionar,  ni siquiera pueden creer que una cosa así esté pasando. No en El País. Los marrones, las estrecheces, eran cosa de otros. Ellos eran los elegidos y levitaban a un palmo del suelo, con el combustible de su autosuficiencia y la pólvora de sus editoriales que tumbaban ministros. Debía dar mucho calorcito saber que don Jesús estaba allá arriba, acojonando al personal, «no hay cojones de negarme a mí una televisión». Y debía prestar mucho aplomo ser el timón de España cuando España era PSOE. Y PSOE era PRISA. Y PRISA era El País. La vida puede y debe ser maravillosa.

Pero el tiempo ha acabado con todo, con todo. Ni Felipe, ni los Polanco, ni PSOE, ni PRISA pintan una mierda. Y menos que van a pintar. Y el mercado publicitario, en todo caso, ha desaparecido. El 50% de nada es nada.

Ahora es tarde para despertar. Van a liquidar a un tercio de la plantilla y los muchachos se miran de reojo unos a otros pensando ¿seré yo, seré yo? Pero qué más da, el que quede vivo seguirá amenazado, esperando una nueva sangría, un nuevo ataque de realidad. Al final, el imperio del monopolio ha acabado tan borracho de sí mismo, que ha asesinado a ese pedazo de periódico, ese portaaviones del periodismo, que hasta hace dos días aun daba beneficios. Es injusto, es una putada, es increíble pero ¿qué no lo es?

«Yo he visto cosas que vosotros no creeríais…»

Siento, compañeros que descubráis los rigores de la vida. Ojalá hubiérais podido seguir en vuestra burbuja de perfección por siempre jamás mientras aquí fuera nos pelábamos el culo de frío. Ojalá podáis superar el golpe y adaptaros a la lucha por la supervivencia. Ya veis que se os desea lo mejor de lo peor, la raspa más gorda del cubo de basura, os la reservo, el callejón con ratas más gordas, os lo regalo. Yo soy insumergible.

Bienvenidos al infierno.

http://youtu.be/tbogUpUEABU

5 respuestas a «El ocaso de los dioses (progres)»

http://www.periodistadigital.com/periodismo/prensa/2012/11/10/cebrian-valenzuela-borasteros-yoldi-adios-moreno-twitter-129-periodistas-despedidosprisa-ere-grupo-pais.shtml

Forges, Lobo, Valenzuela, Borasteros, Yoldi, Del Moral…
El adiós en Twitter de los 129 periodistas despedidos en el ERE de ‘El País’
El Grupo PRISA ha aplicado a rajatabla la reforma laboral que tanto ha criticado

Los ha puesto en la calle Juan Luis Cebrián, el del sueldo de 13 millones de euros al año, vía email. Sin miramiento alguno.

El diario ‘El País’ ejecutó este 10 de noviembre de 2012 su expediente de regulación de empleo, incluyendo un total de 129 bajas entre su plantilla.

Los afectados se enteraron a través del correo electrónico, uno tras otro y en un goteo que se prolongó casi una hora a lo largo de la tarde del sábado.

En la lista hay nombres conocidos, casi míticos. Están Forges, Ramón Lobo, Javier Valenzuela, Daniel Borasteros, José Yoldi, Julián Rojas, Isabel Pedrote, Manuel Cuéllar, Juanjo García del Moral…

Los puestos afectados: ocho en los mandos intermedios y dirección, dos corresponsales, 11 jefes de sección, 14 subjefes, 13 redactores de libre disposición, 45 redactores A, 6 redactores B, 2 redactores C, 9 redactores D, 1 redactor de un año, 35 profesionales de Servicios Auxiliares, y 4 del área de gestión.

A alguno le pilló de sorpresa. Otros ya se lo esperaban y varios como Forges, que estuvo publicando viñetas en plena huelga, se quedaron de piedra.

DESPEDIDAS EN TWITTER

Numerosos han sido los periodistas damnificados que han dicho adiós en Twitter.

Entre los afectados que s ehan moletado en contarlo en la red social, muchos ‘pesos pesados’ de la redacción, que ven truncada su trayectoria en el medio en el que han trabajado 20, 30 e incluso más años.

Uno de los tuits más comentados ha sido el de despedida que ha subido Ramón Lobo, reportero de geurra muchos años y uno de los veteranos del diario del Grupo PRISA:

Ramón Lobo @ramonlobo
La empresa divulga la lista de los 129 despedidos. Estoy en ella. Mi perfil digital y mi trayectoria son insuficientes #NoalEredelPais
También Javier Valenzuela, que fue corresponsal en Líbano y pasó largo tiempo en EEUU, lamenta por escrito su salida y la de algunos compañeros de promoción, citando algunos de los «veteranos» que dejarán de pertenecer a la plantilla del medio:

Javier Valenzuela @cibermonfi
129 trabajadores de El País acabamos de ser informados de que estamos en la lista de despedidos
Ramón Lobo, Enric González, Miguel Ángel Villena y yo mismo, entre los veteranos despedidos de El País. Yo trabajaba ahí desde hace 30 años
Gracias a las nuevas tecnologías y a las virtudes de las redes sociales, algún profesional contó en directo los movimientos que se sucedían en la redacción.

Y ha habido de todo, hasta el que de repente, mientras cotilleaba por los pasillos, se ha enterado de su propia inclusión en la lista de condenados, como fue el caso de Daniel Borasteros, quien relató así el asunto:

Daniel Borasteros @DaniBorasteros
A los de El País: os digo que empieza el baile ya, creo. Movimientos raros en la redacción:
Manuel Cuéllar @Manuelcuellar 10 nov 12
@DaniBorasteros qué ocurre???
Daniel Borasteros @DaniBorasteros
@Manuelcuellar RRHH por la redacción.
Daniel Borasteros @DaniBorasteros
Paradojas de la vida: mi ultima exclusiva desde ordenador El Pais ha sido mi propio despido. En efecto, empezaba el baile.
Otros profesionales se enteraron a distancia, al no encontrarse en la redacción en un día de fin de semana por la tarde. La noticia cayó, si cabe, con mayor sorpresa entre ellos:

J. García del Moral @juanjogmb
¿Qué pasa? «@DaniBorasteros: A los de El País: os digo que empieza el baile ya, creo. Movimientos raros en la redacción.»
J. García del Moral @juanjogmb
Yo también estoy en la lista de despedidos que ha hecho pública la empresa. Asco me dan. ¡A por ellos! #NOalEREenELPAIS
UN GOTEO DE LIQUIDADOS

El goteo de ‘liquidados’ fue constante a lo largo de la tarde, recibiendo todos ellos numerosas muestras de afecto por la fulminante decisión de la empresa con respecto a sus puestos de trabajo.

Cabe destacar, además, que en la mencionada red social de ‘microblogging’ se inició un movimiento de crítica generalizada a la empresa editora de ‘El País’, con especial enconamiento hacia Juan Luis Cebriá, presidente ejecutivo de PRISA, y con Javier Moreno, director del rotativo.

Han tenido y están teniendo enome éxito en la red como ‘trending topics’ algunos ‘hashtags’ como #ElPaisTeDespide.

La cuenta de Twitter oficial de ‘El País’ ha perdido -al menos temporalmente- varios cientos de seguidores en las horas posteriores a la publicación de la noticia.

APLICANDO LA LEGISLACIÓN VIGENTE

Se da la paradojoa de que ‘El País’ ha aligerado drásticamente plantilla y reducido nómina, aplicando al pie de la letra la reforma laboral decretada por el Gobierno Rajoy.

Una reforma que tantas criticas editoriales ha recibido desde las distintas empresas del Grupo, desde el propio diario dirigido por Javier Moreno, hasta la Cadena Ser o la televisión Cuatro.

Los 129 trabajadores han salido de la redacción con una indemnización de 20 días por año trabajado y con el límite de doce mensualidades.

Se trata de unas condiciones inferiores a las últimas que llegó a ofrecer El Grupo PRISA al Comité de empresa y a los trabajadores en la asamblea de este pasado viernes. Y en ello, asi como en la celeridad y los modos empleados, ha debido influir sin duda el ‘cabreo’ de Cebrián con una redacción a la que considera ha tratado con guante de seda durante más de tres décadas.

El sueldo medio de los redactores de El País’ son todavía hoy 88.000 euros anuales.

Por eso, no es de extrañar que incluso un grupo de intelectuales ligados a ‘El País’, como Mario Vargas Llosa o Jorge Edwards, han enviado una carta al comité de redacción para denunciar su «malestar» por lo que consideran «casos de censura motivados por el ERE».

En el texto, conocidos intelectuales como Antonio Muñoz Molina, Elvira Lindo, Javier Marías o Manuel Vicent, reflejan su «preocupación por los acontecimientos que está viviendo ‘El País'» y trasladan su «reconocimiento» a la redacción.

«Sentimos inquietud y malestar por los casos de censura que ha denunciado el comité profesional en los últimos días, vinculados al ERE que afectaría a un tercio de la plantilla».
«Creemos que estos episodios suponen un paso más en el deterioro de los valores fundacionales de un diario crucial para las libertades y la democracia española, que hoy es más necesario que nunca ante la profunda crisis económica, política e institucional que viven España y Europa».
«En cualquier caso, el modelo de periodismo del diario no debe verse amenazado y que es necesario agotar todas las fórmulas posibles para hacer frente a la difícil situación que vive ‘El País'».
La misiva está firmada también por Almudena Grandes, Julián Casanova, Diego Galán, Antonio García Maldonado, Marcos Giralt Torrente, Jordi Gracia, Diego Manrique, Rosa Montero, Reyes Mate, Josep Ramoneda, José María Ridao, Manuel Rivas, Maruja Torres, Fernando Savater, David Trueba y Ángel Viñas.

El pasado 5 de octubre el presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, anunció dicho ERE, que afecta a 149 personas. de las que 129 han salido esta tarde.

Un portavoz del periódico ha señalado a EFE que «nunca ha habido casos de censura» y que se respetan todas las opiniones.

DE GRANDES BENEFICIOS A ENORMES PÉRDIDAS

El Grupo Prisa registró en los nueve primeros meses del año una perdida neta de 31,45 millones de euros, frente a un beneficio de 17,93 millones de euros en el mismo periodo de 2011, según ha informado la compañía en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La compañía ha precisado que, excluyendo varios efectos extraordinarios tanto en ingresos como en gastos, incluyendo una provisión de 54,37 millones por un acuerdo con ONO y las indemnizaciones contempladas en el plan de eficiencia llevado a cabo desde diciembre de 2010, el beneficio ajustado en estos nueve primeros meses del año asciende a 5,8 millones de euros, un 88 por ciento menos.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Prisa ascendió entre enero y septiembre a 403,29 millones de euros, un 6,2 por ciento más que en el mismo periodo de 2011, en tanto que el resultado neto de explotación (Ebit) se redujo un 26 por ciento hasta los 155,8 millones de euros.

Los ingresos de explotación del grupo se situaron en los 1.997,54 millones de euros, lo que implica una caída del 2 por ciento que Prisa relaciona con las caídas significativas en el mercado publicitario en España y Portugal (en Radio, Televisión y Prensa impresa) en un entorno económico «muy adverso con una caída del consumo que mantiene su aceleración».

En este sentido, destaca que los ingresos publicitarios de España y Portugal, que representan un 15 por ciento del total del grupo, caen un 15,9 por ciento en los primeros nueve meses del año, mientras que en América Latina aumentan un 15,1 por ciento.

Los ingresos publicitarios totales de Prisa en el periodo ascienden a 399,75 millones de euros, un 9,9 por ciento menos que durante los primeros nueve meses de 2011.

Mientras, el grupo destaca que en los primeros nueve meses del año ha continuado con un «importante esfuerzo en la reducción de costes» y, en este sentido, destaca que los gastos de explotación, excluyendo amortizaciones y provisiones, se han disminuido un 3,9 por ciento.

Incluyendo las amortizaciones y provisiones, los gastos de explotación ascienden a 1.841,74 millones de euros, un 0,8 por ciento más.

Por sectores, Prisa destaca el crecimiento del negocio de televisión de pago en España, gracias en parte al nuevo acuerdo alcanzado sobre los derechos del fútbol, y de las operaciones en América Latina en Educación y Radio, mientras que los resultados del negocio de prensa se ven «muy afectados por la caída del mercado publicitario en España».

Concretamente, durante los primeros nueve meses de 2012, los ingresos por este concepto han caído un 16,3 por ciento hasta los 86,7 millones de euros.

También en España cae la publicidad en radio, un 15,7 por ciento.

Mientras, los ingresos por publicidad en Internet aumentan un 14,1 por ciento hasta los 24,57 millones de euros y representan ya el 19,5 por ciento de ingresos del área de la prensa.

Más ingresos en televisión y Latinoamérica

La televisión de pago incrementa sus ingresos un 4,2 por ciento hasta los 788,12 millones de euros, a pesar de que los abonados de satélite se reducen en 50.785 desde septiembre de 2011, al ser compensada en parte esta caída con el crecimiento de abonados en otras plataformas.

Asimismo, Santillana incrementa sus ingresos un 6 por ciento hasta los 581,84 millones de euros.

Por su parte, el conjunto de los ingresos de Latinoamérica crecen en 12 por ciento hasta representar el 25,4 por ciento de los del grupo (22,2% en primeros nueve meses de 2011) y el Ebitda crece un 13,4 por ciento, representando un 34,8 por ciento sobre el total (32,6% en los primeros nueve meses de 2011).

Por otro lado, el grupo reduce su deuda financiera neta en 274 millones de euros principalmente por la emisión de bonos convertibles aprobados en su Junta General de Accionistas celebrada el 30 de junio de 2012 y mejora sus fondos propios en 719 millones de euros.

A 30 de septiembre de 2012, el grupo registraba una deuda neta bancaria de 2.971,75 millones de euros.

Voz populi: Cebrián se aferra al jet privado a 100.000 euros viaje, pese al duro ajuste y despidos en Prisa

El 26 de octubre, tras haber volado a Nueva York para presidir un consejo de la compañía cotizada, se trasladó a Colombia para reunirse con los hombres más ricos de Latinoamérica en un encuentro a puerta cerrada en el exclusivo hotel Santa Teresa en Cartagena.

Juan Luis Cebrián se resiste a perder su estatus de miembro de la jet set ―esa clase social internacional, rica y ostentosa por definición― pese a ser el presidente ejecutivo de una empresa hundida bajo una deuda de 3.133 millones de euros que manda a la calle a sus trabajadores con una mano delante y otra detrás. En el rotativo económico ‘Cinco Días’ y en el generalista ‘El País’, Grupo Prisa ha despedido aplicando la línea más dura de la reciente reforma laboral española, una norma que en opinión de los líderes sindicales nacionales roza el despido libre antagónico con el Estado del bienestar.

Pero los drásticos ajustes aplicados parecen no afectar al primer ejecutivo de la compañía cotizada. Más allá de que en 2011 sus emolumentos de en torno a 13 millones de euros fuesen casi 1.600 veces mayor al sueldo mínimo en España, el que fuese director fundador de ‘El País’ goza de privilegios que un país inmerso en una crisis económica brutal siquiera es capaz de soñar. En la actualidad, pasa gran parte de su tiempo participando en actividades sociales habitualmente inalcanzables al común de los individuos. Para muestra el botón que supone el influyente Club Bilderberg.

El 26 de octubre, en pleno proceso de negociación para despedir a un tercio de la plantilla de ‘El País’, Cebrián viajó a Colombia para reunirse con las personas más ricas y poderosas de Latinoamérica. La ciudad de Cartagena fue el escenario de un encuentro de empresarios, periodistas, filántropos e inversores, que durante dos días analizaron los retos de la economía. El encuentro, VIII Foro Iberoamerica, que tuvo lugar en un exclusivo hotel, se celebró a puerta cerrada sin posibilidad de acceso a la prensa. Tan sólo una cámara de la organización pudo filmar imágenes del encuentro, según recogieron los medios locales. El mexicano Carlos Slim, hombre más rico del mundo y accionista de Prisa, destacaba entre los invitados.

Este cónclave tuvo lugar dos días después de que Cebrián pusiera tierra de por medio en medio de las protestas de los trabajadores de ‘El País’, cuando el alto ejecutivo presidió un consejo de la cúpula del grupo en Nueva York, ciudad donde según la revista de Zeta ‘Tiempo’ posee una casa en Brooklyn Heights. A ambas citas viajo en un jet, según fuentes del sector, en el avión Falcon que perteneciese a Jesús Polanco, el difunto fundador de Prisa. Estas fuentes aseguran que un viaje transoceánico de ese calibre tiene un coste aproximado de unos 100.000 euros por vuelo.

Ediciones El País SL gastó 2,6 millones de euros en viajes, de los cuales sólo la mitad corresponden a desplazamientos por coberturas informativas.
Los costes de los viajes, de hecho, son una de las cuestiones más polémicas tratadas en la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) de ‘El País’. En 2011 Ediciones El País SL gastó 2,6 millones de euros en viajes, de los cuales sólo la mitad corresponden a desplazamientos por coberturas informativas, según fuentes de los trabajadores del periódico que aseguran que los ejecutivos de recursos humanos fueron incapaces de justificar el 50% que no corresponden a costas computadas de la redacción.

Mandar al paro con un impersonal email

Este domingo, la dirección de ‘El País’, tras publicar una columna plagada de medias verdades en la que se trataba de justificar el expediente de regulación de empleo, envió un correo electrónico a cada uno de los 129 despedidos en el ERE con este texto:

“Muy Sr. Nuestro:

Por medio de la presente le comunicamos que deberá Ud. personarse el próximo lunes 12 de noviembre en la notaría […] a fin de notificarle y hacerle entrega de la carta de extinción de su contrato de trabajo, de acuerdo con lo establecido en el artículo 53.1 y el artículo 51. 2 y 4 del Estatuto de los Trabajadores, derivada del procedimiento de Despido colectivo por causas económicas, productivas y organizativas, iniciado el pasado 9 de octubre y registrado ante la Dirección General de Empleo con el número 544/12, que concluyó Sin Acuerdo con la representación legal de los trabajadores el jueves 8 de octubre de 2012.

Al mismo tiempo que le enviamos este correo le hemos remitido la misma información a su domicilio por burofax con acuse de recibo.

Sin otro particular, le saluda atentamente […]”.

El comité de empresa, no obstante, se puso en contacto con cada uno de los afectados en la jornada del sábado para comunicarles la noticia y mostrarles que está a su disposición, tal y como exponen en su blog.

http://prnoticias.es/index.php/prensa/192-el-pais-/20117777-el-pais-redujo-un-28-sus-ingresos-por-publicidad-y-un-91-sus-ventas-durante-septiembre

Los datos que impulsaron el ERE: en septiembre El País redujo un 28% su publicidad y 9% sus ventas

REDACCIÓN PRNOTICIAS 12/11/12 10:57
El País ha cerrado este fin de semana su ERE que despide a 129 profesionales, entre ellos emblemáticas plumas como Ramón Lobo o Javier Valenzuela. ¿Pero qué ha precipitado esta caída? En prnoticias os contamos todos los datos que según la empresa han justificado este expediente.

Los últimos datos del Observatorio de Prensa Diaria de la AEDE que trimestralmente publica las principales magnitudes de todos los diarios de España, refleja que en lo que va de año El País ha reducido un 23,9% sus ingresos por publicidad. No obstante, este dato es aún más grave si sólo comparamos este mes de septiembre con su homólogo del año pasado. En ese mes la caída de ingresos fue del 28% hasta los 5,1 millones de euros, un punto por sobre el retroceso de todo el mercado. Un dato brutal que nadie preveía a comienzos de año cuando se delinearon la mayoría de los planes de recortes que hemos visto desde la vuelta de vacaciones.

En el caso de la difusión total y según el mismo Observatorio de la Prensa Diaria de AEDE la difusión total del buque insignia de Prisa en septiembre fue de 310.186 ejemplares, un retroceso del 12,2% frente a septiembre de 2011 y del 10,1% en el acumulado anual. Respecto de las ventas de ejemplares –que además incluyen suscripciones individuales- el diario llegó a los 277.628 números, un 9% menos en el interanual y un 11,2% en lo que va de año.

Estos datos son claves para entender un ERE del que precisamente se ejecutó a la vuelta de vacaciones, en septiembre. En este mes el equipo directivo de El País proyectó que la situación del mercado publicitario comenzaría a caer a un ritmo mayor y que difícilmente se recuperaría en 2013. Precisamente el ERE se ha aprobado oficialmente tras ver estos datos que publicamos y que ahondan en una crisis de ventas y de publicidad que en 2012 ha afectado con mayor dureza a las grandes cabeceras.

De esta manera, durante estos nueve primeros meses de 2012 el diario ha registrado pérdidas operativas (EBIT) de 5,4 millones de euros frente a los beneficios de 1,2 millones entre enero y septiembre de 2011. En cuanto a los ingresos éstos han caído un 18,1% hasta los 156 millones de euros y sus gastos han retrocedido un 14,7% hasta los 162 millones de euros. Con el ERE es probable que se disparen los costes por el pago de las indemnizaciones, aunque en la empresa podrían fraccionar el pago a efectos contables en sus futuros ejercicios.

DESPIDOS EN NOTARÍA: Este lunes los 129 empleados de El País despedidos deben ir a firmar su carta de despidos a una notaría. Se les comunicó el domingo mediante correo electrónico a muchos de los cuales no fueron a trabajar el fin de semana a la redacción.

http://www.jotdown.es/2012/11/angeles-gonzalez-sinde-la-promesa/

Jotdown: Ángeles González-Sinde: La promesa
Posted by Ángeles González-Sinde

No se trata de ponerse sentimental, se trata de entender. Cuando yo era niña mi padre traía a casa cada día el diario Informaciones que, según la Wikipedia, era un periódico que daba espacio a voces disidentes con el régimen de Franco y de algún modo preconizaba la transición. Cuando salió el diario El País, en mi casa pereció el Informaciones y mi padre empezó a aparecer con esta nueva cabecera bajo el brazo. Durante un tiempo en mi infancia yo coleccionaba los dominicales de El País. También coleccionaba el 10 Minutos y algunas revistas de moda extranjeras. Creo que imitaba a mis abuelos paternos que en los años cincuenta habían sido muy lectores de prensa: se leían el uno al otro en la cama las noticias y columnas de opinión que consideraban más relevantes. Leían, entre otros, el diario Madrid y muchas otras revistas que encuadernaban y cuyos tomos yo conservo hoy. Nunca conocí a mi abuelo, sé que era impresor y dibujaba muy bien, creo que le hubiera gustado ser pintor porque estudió Bellas Artes, pero, ya se sabe, la Guerra Civil y tal y cual truncaron los planes de aquellos adolescentes de la República. Mi padre era productor, director, guionista de cine. Quiero decir con esto que mi familia, de un modo u otro, se ha ganado la vida con eso que se llama la cultura. Somos profesionales del medio. Y quiero decir también que he sido criada en la creencia de que la prensa es importante y quiero explicar acaso en este pequeño artículo por qué los cambios en el diario El País son importantes para la cultura, para este tipo de gente extravagante que somos los intelectuales, los de la farándula, las artes y aledaños.

En el diario El País del domingo 11 del 11 del 12 aparece un artículo muy largo sin firma que justifica los despidos comunicados por correo electrónico a 129 trabajadores la tarde anterior después de un mes de mantener una lista con los nombres de esas 129 personas guardada a cal y canto en el cajón de una notaría. Entiendo que quien redacta ese artículo, que la voz que nos habla es la de los altos cargos, directivos, responsables en suma de las decisiones. Como digo, no vienen firmas. Llamaremos a esos autores anónimos los jefes supremos. Desde que mi padre compró el diario El País la primera vez y lo trajo a casa teniendo yo once años, El País para las personas de izquierdas, para esos nuevos españoles de la transición, se convirtió en lo que querían los jefes supremos: algo más que un periódico. Sus directores fueron más y más influyentes en la política como en las modas y el grupo empresarial al que pertenecía también se convirtió en el grupo de comunicación en el que queríamos trabajar los que éramos jóvenes y modernos en los ochenta. Yo tuve mucha suerte y fui de las que trabajó para Prisa. Trabajé en sus editoriales, en el grupo entonces llamado Timón que agrupaba a Alfaguara, Taurus, Aguilar, Altea, El País-Aguilar y alguna otra que quizá se me escape. Fue de los períodos mejores de mi vida personal y profesional, que eran una misma cosa, aunque confieso que los de cultura del periódico siempre nos parecían adversarios pues daba la sensación de que se regodeaban en sacar menos nuestros libros y a nuestros autores que a los de la competencia, pero entiendo que esto es lo normal en las familias donde nunca nos quieren tanto como creemos merecer. La cuestión es que El País imprimía ya desde muy temprano una huella, dotaba de un halo a todo lo que tocaba, que los que trabajaban en el Plus, los que hablaban en la SER, los que hacían pelis para Sogecine, Sogepaq o Sogecable molaban más. Sus ejecutivos modernos estaban por encima de la media en indumentaria como en ideas: eran los Sogehombres. Digo esto que parece una broma con el ánimo contrario: el de elogiar la voluntad de un empresario español que se llamaba Jesús de Polanco y que, con su socio Pancho Pérez González, tuvieron la visión de modernizar el país desde la empresa cultural. No vivimos en un país donde abunden este tipo de personas, mucho menos si son acaudaladas y pueden invertir sus beneficios en otros sectores más dinámicos, por decirlo en plan fino, sectores como la construcción, por ejemplo.

A diferencia del resto de empresarios de este país que tienen un concepto de la cultura como unidad de gasto y no de ingreso, un pasatiempo, un entretenimiento o, en el mejor de los casos, una actividad selecta y conservadora para sus fundaciones selectas y conservadoras donde además pueden intensificar beneficiosas relaciones sociales mediante cordiales reuniones de patronato, Polanco y Pancho pensaban que los españoles podíamos ser espectadores de cine y tele, oyentes de radio y lectores de prensa, ensayo y literatura mejores de lo que nosotros mismos creíamos. Pensaban que éramos mucho más sofisticados porque lo llevábamos dentro, porque estábamos preparados para Europa, para la democracia y para las vanguardias y que por eso merecíamos tener una televisión de calidad, un cine de calidad, una radio de calidad, unos libros de calidad y un periódico de calidad igual que, por ejemplo, los franceses o los alemanes. Y además todo bien diseñado, sin ese miedo tan hispano al diseño, a lo bonito y grato.

En el artículo que los jefes supremos firmaron el 11 del 11 del 12 se les nota como resentidos o dolidos con todo el alboroto que hemos armado los intelectuales, los de la farándula, los de las artes y compañía con una reducción de personal que no es distinta de las que están haciendo todas las empresas españolas grandes, medianas o pequeñas que se precien. Sienten que se lo reprochamos pública e injustamente. ¡¡Incluso los colaboradores les han ofendido!! Pero es que esta reducción es distinta.

Uno pensaría que las relaciones entre nosotros y los periodistas son tirantes. Y lo son. Yo misma apenas puedo leer la prensa hasta que no termine de reponerme de la cornada de doble trayectoria que supone para un ser humano de la calle meterse en política. Puedo decir que la herida va cicatrizando bien, pero que todavía me resiento en los días húmedos. Y es que uno de los campos de batalla más agresivos para un político es la prensa. Bueno, en realidad se podría decir que a los políticos solo les importa la prensa. En concreto la prensa escrita, en concreto la de Madrid, en concreto El País (últimamente creo que leen con atención también la de Barcelona gracias a Artur Mas). ¿Qué dice El País? Es una pregunta muy común contra la que uno se protege como puede. Uno pensaría que si a un diario que te ha puesto de vuelta y media y te ha producido muchos dolores de cabeza (¡por favor, ese momento Wikileaks! ¡ese momento Ley Sinde! ¡La Academia! ¡Alex y yo! ¡Y qué decir de las críticas de mis películas! Eso no se olvida en la vida), si a ese diario le va mal y se desmorona tú te alegrarías. No es así. Todo lo contrario. La relación de los profesionales de la cultura con los profesionales del periodismo que nos maltratan, nos alaban o nos ignoran puede ser dolorosa o feliz precisamente porque es muy importante. No es importante para ti individualmente. Al fin y al cabo no escribes tantos libros ni haces tantas películas en tu vida. Es importante para ti como ciudadano y sabes, especialmente, que es vital para el conjunto de la cultura, del nivel cultural de tu país y, por lo tanto, para la calidad de la democracia.

El sábado por la noche cuando ya sabíamos de los despidos, cené con unos amigos del cine. Le pregunté a uno que es guionista qué le parecían. Me contestó “Estoy indignado” y yo le repuse “pero otros periódicos como El Mundo también han despedido a mucha gente” y él me contestó “ya, pero El País es el periódico que he leído toda mi vida”. A lo que yo añadí “y te hizo una promesa”.

El País empezó a hacernos promesas el 4 de Mayo de 1976. Nos prometió que tenía, ante todo, un estándar moral mayor que cualquier otro diario. Que tenía valores. Que coincidían con los nuestros. Que los defendería. Que ese mundo compartido era crucial para la democracia que empezaba. Nos explicó que la democracia que ansiábamos y no conocíamos de nada se fundamentaría en el respeto de los valores y que uno muy importante era la libertad de prensa. Nos dijo “los periodistas somos ciudadanos importantes, se acabaron los gacetilleros, los timoratos, los manipuladores, los pelotas, los servidores del régimen”. Ellos nos hicieron promesas que les distinguían de la competencia, del pasado y nos proyectaban a todos, como su bella e innovadora maqueta, al futuro. Dijeron “seremos distintos y te haremos distinto. Te haremos mejor”.

Hace cosa de un mes se abrió un proceso de reducción de plantilla en la redacción de ese periódico que decía lo contrario. Y todos nos sentimos desconcertados primero y, el sábado 10 del 11 del 12, estafados. Y cuando te estafan te indignas. Como mi amigo guionista. Porque mi amigo guionista, como yo, como tantos otros, tenemos en la cabeza la promesa. Todos estos años la hemos tenido presente y hemos cumplido nuestra parte, atentos al compromiso contraído. Hemos seguido leyendo y creyendo en El País. Aunque supiéramos muy bien del papel protagonista que los jefes supremos han jugado en la política de este país, como muy bien cuenta Javier Cercas en Anatomía de un instante, que no es un recuento histórico, sino una hipótesis estupendamente novelada y, sobre todo, una percepción de los hechos compartida por miles de lectores. La percepción de que a veces esos jefes supremos han hecho cosas que no nos han parecido bien. Han tomado decisiones o se han arrogado papeles de garantes de la democracia en los que quizá se han excedido. La percepción de que en ocasiones se han llegado a creer moralmente superiores a los otros periódicos, a los gobernantes, a las instituciones e, incluso, a sus lectores.

Y los lectores lo hemos consentido, pero los lectores no nos esperábamos esto.

No voy a hablar aquí de los nombres propios de periodistas despedidos que conozco personalmente y por los que estoy preocupada, porque eso es parte de mi cornada y ya me la lamo yo en casa. No voy a hablar de qué pasa con un país que desperdicia el talento. Voy a volver a hablar de lo que significa para el sector cultural de este país el lento desguace o desmantelamiento de un grupo empresarial de comunicación con sensibilidad que no tiene sustitución. Es simplemente una catástrofe de dimensiones colosales. La narrativa audiovisual española actual tan pacata necesita el vuelo que solo un gran grupo de comunicación puede darle. Nos faltan estructuras. El paisaje audiovisual y creativo de este país sería otro si Canal Plus, si Sogecine hubieran triunfado, si los jefes supremos no hubieran cerrado esas divisiones tras unas cuantas operaciones aritméticas mal calculadas en las que el cine y la tele fueron tratados como desechos de tienta porque se había dejado de creer en ellos, de creer en la cultura como un valor compartido y rentable. Nos falta quien nos siga diciendo aquello de usted es un espectador, un lector, un oyente mejor de lo que dicen por ahí. Nos falta quien comparta nuestros valores. Nos falta quien nos siga haciendo promesas. Pero por favor, que esta vez quien quiera que sea, las cumpla, porque nosotros, los leales lectores, no hemos cambiado, han sido ellos.

http://vozpopuli.com/buscon/17360-cebrian-no-puedo-entender-el-odio-de-la-redaccion-de-el-pais-hacia-mi-persona

Cebrián: “No puedo entender el odio de la redacción de El País hacia mi persona”

“De verdad, no puedo entender el odio que destila la redacción de El País hacia mi persona, no puedo entenderlo…”. Quien así se manifestaba la semana pasada en Jerez de la Frontera, con aire entre sorprendido y contrito, no es otro que Juan Luis Cebrián, cofundador y primer director del diario y ahora presidente ejecutivo del Grupo Prisa. La frase fue pronunciada en uno de los tiempos muertos del “Foro de la Comunicación” celebrado en la mañana del pasado día 15 en la ciudad andaluza, en el marco de la XXII Cumbre Iberoamericana habida en Cádiz los días 16 y 17, bajo la presidencia de S. M. el Rey Juan Carlos.

Sorprende la sorpresa de Cebrián después de lo ocurrido. El record como gestor del periodista y académico es deslumbrante: primero quebró el Grupo Prisa, aparentemente uno de los negocios de comunicación y entretenimiento más sólidos de la Unión Europa, y ahora le acaba de propinar, tras haber dañado durante años su inicial prestigio, un golpe de muerte al propio diario El País, culminado con el despido de casi 130 de sus periodistas. “Es que no te puedes imaginar los problemas que me está causando esta situación: hasta en Brasil he tenido que dar explicaciones sobre mi sueldo”.

El Foro de marras, presidido por la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, fue inaugurado por el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, y clausurado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y contó con la intervención de Cebrián, entre otros, en una de las dos mesas redondas. He aquí una frase pronunciada en una de sus intervenciones, capaz de remover en su tumba al mismísimo Jesús Polanco: “Es de reconocer y alabar el comportamiento exquisitamente democrático de este Gobierno con los medios de comunicación…”

Como no podía ser de otro modo tratándose de personaje tan desagradecido, los hijos del fundador y patrón del grupo, el ya citado don Jesús, salieron a relucir en esta conversación de pasillo, y no precisamente para bien. Está claro que Cebrián no solo no les quiere, sino que les considera poco menos que unos inútiles: “Para qué nos vamos a engañar, coño: todo el mundo sabe que M. Polanco es un idiota…”

El corolario es de prever: Cebrián ve muy negro lo de España, y no tanto por la situación de la Economía como por el “paisanaje” patrio que, al parecer, tampoco le gusta un pelo: “Este es un país infumable, fulano; de aquí hay que salir por pies y cuanto antes”. Y parece que el susodicho está en ello, y que puede estar preparando el traslado definitivo de su residencia a Nueva York para el próximo mes de marzo. Como en el dicho, “tanta gloria te lleves como paz nos dejas”, majo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *