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La ley de la selva

por hijadecristalero

De casa al trabajo hay trescientos metros.
En la plaza, los de la Cruz Roja, los de Médicos sin Fronteras o los de ACNUR, que son los que me abordan esta mañana.
– Hola, buenos días ¿tienes unos minutos? Estamos aquí haciendo una campaña para combatir la desnutrición infantil de los niños de (algún país africano).
– Lo siento, estoy haciendo campaña contra la desnutrición de los míos –contesto sin detenerme.

En la puerta de Día Autoservicio Descuento, el hombre que antes pedía en el Opencor (cerrado por colapso financiero de El corte inglés). Hasta hace tres o cuatro años aquí no había mendicidad. Pero un buen día desembarcó la mafia de gitanos rumanos (lo siento Lozinski, pero es lo que es hay) y colocó un mendigo en cada puerta de cada supermercado. El que ahora está en Día es el menos siniestro de todos, y el más comodón. Él no se sienta en el suelo sobre unos cartones, como hace el malencarado del muñón o la mujer que te maldice cuando no le das nada. Éste siempre encuentra un cubo de pintura o una caja resistente sobre la que sentarse, y casi siempre sonríe. Hoy he descubierto la razón: a las diez de la mañana le he visto echarse al gaznate una cerveza que tiene escondida a veinte metros, donde nadie pueda sospechar que es suya. Me ha sorprendido mirándole y le he sostenido la mirada como diciéndole: “Eres libre de matarte como quieras”.

A la puerta de su negocio, fumando como siempre, el chino. Hace un par de meses que no veo a su hija, la única con la que se puede mantener una conversación en español nivel medio-bajo. El otro día pregunté por ella, y la madre me dijo: Fuenlablada. Y como no sabía si eso era bueno o malo, me abstuve de darle la enhorabuena.

Una mañana más, consigo llegar al trabajo sana y salva: nadie ha conseguido sacarme un céntimo.
Pero no termino de abrir y ya está entrando un español que se parece mucho a mi ex marido: barriga descomunal, pelo rizado, largo y sucio, ropa vieja, cara morada y abotargada por el alcohol. Se queda quieto y callado con mirada de “ojito conmigo, que estoy muy loco”. Supongo que espera que haga yo todo el trabajo, pero no digo nada. Y pienso que a la panadera el otro día le pusieron el cañón de una pistola en la frente para robarle diez euros y el bolso. Mientras aguardo a que el hombre me cuente su rollo, hago inventario de los objetos contundentes que tengo a mano: ninguno.

– Llevo cuatro años en el paro, no cobro ayudas y no he podido comprar los libros para mis hijos –dice al fin.

Apostaría lo que quieras a que, si tiene hijos, llevan años sin verle.
Yo tampoco he podido comprar los libros a los míos, pero por suerte tengo unas monedillas y se las doy para que se marche.

Tendré que ir pensando en traerme un buen martillo de casa: no todos los días llevo treinta céntimos en el bolsillo.
—-

Hijadecristalero es autora de Historia de un desclasamiento

13 respuestas a «La ley de la selva»

Los gitanos no son de ningún país. Otra cosa es que hayan estado más de una generación, o incluso varias, en una zona determinada, sea La Hungría, La Bucovina, la Valaquia, Badajoz, Lisboa, Dublín, Orense, barrio de San Blas, o Nimes.
No hay gitanos rumanos. Hay gitanos que hablan rumano. No hay gitanos portugueses, sino gitanos que hablan portugués.
… Sólo, si me apuras, hay una parte que se identifica plenamente con una tierra, con una ciudad, se sienten de ella y la tienen por patria.
Efectivamente.
Jerez de la Frontera.
(puede haber más sitios, no lo descarto, pero sólo conozco este caso)

p/s: Por lo demás, debe releerse el texto que Lozinsky colgó sobre una asistencia que hizo como traductor para una periodista española que fue a interesarse por los gitanos que habitaban en la Romania (léase [rrománia]). Me gustó el texto y la descripción de cómo asaban el cordero (a la estaca, como en Asturias). Por eso me acuerdo. La memoria es cosa extraña y caprichosa.

Eso de que los gitanos no son de ningún país… Vale que son una raza aparte. Pero no son apátridas. Los que nacen y viven en España (ellos, sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos…) son españoles. Y los que nacen y viven en Rumanía, son rumanos. Aunque ellos se sientan libres como pájaros.

Cuando Francia expulsa a gitanos que hablan rumano, no los manda a España, ni a Hungría. Los manda a Rumanía.

No llevo tanto tiempo, pero he leído post antiguos. Me gustan Pérez de Lema y Lozinski. Con el primero, estoy de acuerdo bastantes veces, con el segundo, muy rara vez, quizá ninguna, pero ambos me gustan en forma de escribir y no aburren. Del resto de autores, Vd. incluida, lo lamento, pero apenas paso de las primeras líneas. Temas demasiado intimistas (para mi) o demasiado domésticos (no por ello, menos importantes, pero no para mi). En todo caso sirven de expresión y opinión de los problemas cotidianos, según el cristal de cada uno.
Leo este blog como lo que creo quiere ser, una revista de autores que escriben relatos cortos y los lanzan a la red de redes. Yo, los leo, y, muy rara vez, opino.
Sigo, como ciudadano, las opiniones sobre el 15M y sus derivaciones. No obstante, en estas, tampoco, suelo estar de acuerdo con Pérez de Lema…quizá porque me gustó mucho «El banquero Anarquista» de Fernando Pessoa. Relato corto, quizá mal traducido, pero la idea que transmite es, para mi, muy acertada. No me gusta como escribe Pessoa (o cómo lo traducen), pero si cómo piensa.
… y como Gardel, cada vez canta -escribe- mejor.
Por lo demás, me vuelvo a mis pescaos.

Interviu: Rajoy: “Extra de whisky y vino”

“Presidente del Gobierno: Extra de whisky y vino en los Falcon y Airbus”. Esta es una de las instrucciones que tiene el Grupo 45 del Ejército del Aire cuando Mariano Rajoy usa sus aviones para un viaje oficial. Con fondos públicos –del Ministerio de Defensa– se paga el kilo de jamón ibérico a 200 euros para las meriendas. Las facturas de licorería y vino pueden pasar de los 1.000 euros en cada vuelo. Los recortes del Gobierno no llegan a los menús que se sirven en los aviones de las autoridades del Estado.

Mil euros costó la cena de Mariano Rajoy a bordo del Falcon 900 que le llevó a él y a cinco colaboradores a Gdansk (Polonia), el pasado 10 de junio, para presenciar el primer partido de la selección española de fútbol en la Eurocopa. Un viaje muy criticado, pues el día antes el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció el rescate de los bancos mientras Rajoy permanecía desaparecido. La cena se produjo en el viaje de regreso, que contó con tres pasajeros más. Se sirvió solomillo de ternera y rodaballo. Siete botellas de vino –cinco de Rioja y dos de Rueda– y diez cervezas fueron consumidas en aquel viaje, según consta en el estadillo correspondiente del Grupo 45 del Ejército del Aire, al que ha tenido acceso esta revista.

Ni el coste de aquel cáterin –a cargo del presupuesto del Ministerio de Defensa– ni la alta calidad de la comida y de la bebida servidas son una excepción. La documentación –desvelada ahora por interviú– de esa unidad de las Fuerzas Aéreas Españolas, encargada del transporte de las autoridades del Estado, revela que en 2011 se gastaron solo en cáterin para los vips 342.693 euros; y hasta junio de este año ya se han gastado 128.402 euros. La citada documentación también descubre algunos caprichos y las preferencias de las primeras autoridades del Estado –miembros de la Casa Real, el presidente del Gobierno y sus ministros–.

Amigo Lozinsky:

(esto es cultura general y no la que el Pica-lagarteranas tabernario de marras presume)

vivirasturias

«CORDERU» A LA ESTACA

«Esta forma de preparar el cordero es típica de Asturias, desde los años 40. Es una forma de preparar el cordero que se «importo» desde Argentina. Desde entonces goza de gran popularidad entre los asturianos, aunque, más que popular, ya se puede considerar tradicional.»

fuente: fartucasedeyantar

No subestime a Lozinski. Ha leído (eso dice) el Quijote (incluida la segunda parte, por lo que sabe, perfectamente, la historia de Clavileño).
Lozinski domina -tanto para atreverse a enseñarlo, según cuenta- el castellano, pero ese juego de palabras (clavileño, clava-leño) no es de idioma, se domine o no, sino de retorcimiento. El, emocionado por el aroma pensado del cordero a la estaca, escribió clavaleño. Es una errata.
El resto del chiste ya es obra de Vd. No sea Vd. cobarde y atribúyase la autoria del mote.
Clava-leño… ergo, uno clava (sería yo, si es a mi a quien se atribuye la acción, y por tanto, el nombre) y el otro es el leño…
Quien dice leño, dice ladrillo (en el sentido literario).
Yo no hago los ladrillos, eso es cosa de Vd.
Tampoco los clavo. Pero si Vd. lo dice, clavo -critico- los ladrillos -literarios-
En todo caso, los leo, que también tiene -tengo- mérito.

Por lo demás, si Vd. quiere verme clavar, lo que se dice clavar, de verdad, pásese Vd. por mi puesto en el mercao… (auquí he exagerado, mis precios no tienen competencia, y mi producto es fresco.)

Jejejeje, yo también supongo que será una errata.
Pero jamás habría asociado leño con ladrillo.
Yo estaba pensando en algo más… terrenal. Sería un buen nick para buscar aventuras en una página de contactos: clavaleño69@hotmail.com.
No sé si me explico.

joer! pues yo no había caído… estaba yo más en la cosa literaria, y en la caja registradora de la pescadería…

Tienes razón. Pa ti, seré clavaleño y, además, dónde se tercie.

p/s: Lozinski la que has liao, tronko.

Ná, el Vd es un mero cambio de registro hecho al paso, recurso teatral aprendido en algún taller de teatro y poco más. Tambien era muy utilizado en el servicio militar.
Teatro, jamía, puro teatro.

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