Miguel Pérez de Lema
Ponedle esta lección de economía a todas las gentes de buen juicio que conozcáis.
En su lección, «Keynes en España y el modelo parasitario Chino», el catedrático Julián Pavón explica la situación irresoluble de España y su causa: hemos cedido nuestra soberanía a Alemania, en manos de sus propios usureros, y acatamos las órdenes de ambos a ciegas. Las políticas europeas dictadas por Alemania son buenas para Alemania, -y para sus usureros- que no tiene paro, pero letales para España que se ahoga en el marasmo.
Cuanto más recortes, menos empleo produces, y cuanto menos empleo hay menos ingresa el Estado. El enfermo muere de inanición.
Pero lo mejor, el punto de giro de la narración, viene en el epílogo de la lección. Entra en escena el hombre detrás de la cortina, el cerebro genial que se va a quedar con todo en esta partida. La plaga amarilla.
Se va haciendo evidente el fracaso del contubernio entre China, Estados Unidos y Europa para mantener una viscosa y tóxica relación en la que Occidente es cada vez más débil, y el parásito asiático, que no duda en esclavizar a su propia gente, hasta el día en que pueda esclavizarnos a todos, es cada vez más poderoso.
Una relación de abuso maníaco, bulimia mongoloide, explotación criminal, y dependencia mutua, que hace que todos vayamos a sufrir en esta partida hasta que finalmente gane la peor versión, la menos humana, de toda la historia humana: el ultraliberalismo financiero dirigido por el Partido Comunista Chino. El horror al cubo.
Vamos a flipar.
El Partido Comunista Chino, que tanta risa parece que nos da, que nadie nos explica, es la mayor máquina de poder que haya existido jamás y la que con menos esfuerzo, va a conseguir un mayor resultado. Todo ha sido una inmensa llave de judo, usando nuestra inercia suicida para tumbarnos.
No querréis ver el mundo que se avecina. Huid, huid a los bosques. Regalad a vuestros hijos un buen manual de supervivencia. Y temed.
http://youtu.be/Z6RKWdBrSSo
6 respuestas a «La pinza germano-china y el asesinato económico de España»
Estamos de acuerdo, pero ¿que se puede hacer?. Lo dices como si fuéramos culpables de lo que está pasando. No conozco a nadie de mi entorno que invierta en bolsa ni que compre bonos alemanes, ninguna de mis amistades sabe lo que es una prima de riesgo, tampoco lo que consiste la balanza de pagos ni por supuesto quien es Keynes ni si juega en el madrid o en el betis. Creo además que la gran mayoría de la gente está en las mismas. Por lo tanto, yo me pregunto en que medida la gran masa amorfa e imbécil es culpable de la situación o si por el contrario es la víctima, el cordero a degollar de los que realmente se han beneficiado secularmente de este monstruo que es el capitalismo. Si ya se que no hay otra forma de organizar una sociedad mejor, pero esta no puede ser peor y yo, personalmente me alegraré de ver el día en que se vaya todo al carajo. Por cierto, recomiendo a todo el mundo que saque la poca pasta que pueda tener en los bancos, el corralito ya está aquì.
Los de a pie estamos atrapados de cojones.
Es imprescindible que la banca se sanee, sí. Pero ¿a costa de nuestras costillas?
Lo que nos faltaba era que todos los ingenieros se vayan a Alemania y aquí sólo quedemos camareros y poetas de mal vivir. .
Los chinos, como muy bien dice el señor catedrático, se están expandiendo a base de bien.
Hace diez años, aquí no había ningún comercio chino -a excepción de un restaurante-, eso era cosa de la capital. Ahora mismo hay, que yo sepa, dos restaurantes, dos tiendas de chuches, un enorme todo a cien -que antes era español-, y supongo que no tardarán en abrir zapaterías y peluquerías.
Ya están colonizando hasta los barrios buenos: al final de Príncipe de Vergara han abierto muy seguidos varios locales de ropa moderna, chula y baratísima. Ni siquiera se molestan en buscar nombres originales, se llaman: beauty, shopping, dressing y cosas similares.
Un pantalón pirata para el verano: 2, 99.
Y lo peor no acaba ahí. Lo peor es que como muchos no podemos permitirnos ropa española -si es que la hay-, y mucho menos ropa de firma, tendremos que acabar acudiendo a ellos.
Y encima, cuando acudes a una tienda española con el dinero que tu madre te ha dado por Navidad, la ropa está hecha en China.
Aunque lo requetepeor es que en esos barrios caros las tiendas de ropa china no están llenas de gente pobre, sino de señoras que todavía son clase media y que ven la oportunidad de ampliar su guardarropa por poco dinero.
¿Por qué?
Porque todos miramos mal al que sólo tiene dos pantalones y dos camisas.
Pregunta Pepe qué podemos hacer.
Pues, por ejemplo, empezar a cambiar el chip y comprender que, si queremos salvarnos, tendremos que volver a la austeridad de los abuelos y tener dos trajes: el mono de trabajo y el traje de las bodas y bautizos, ése con el que te entierran.
Y conste que yo no puedo tirar la primera piedra: el otro día me compré pantalones en una de esas tiendas. Me gasté casi 9 euros, que es lo que me he gastado en ropa durante los últimos seis meses.
Los USA no se hicieron imperialistas, sino que se encontraron con el imperio servido en bandeja por la bruticie de los europeos, que en una larga guerra (1914-1945, con un intermedio de 20 años) destruyeron sus propios imperios, enloquecieron y se despedazaron entre sí.
Algo parecido podría pasar ahora con China. Otrora, los países ‘occidentales’ podían competir con China gracias a dos cualidades decisivas: la libertad individual, y la materia gris. Pero nos hemos vuelto totalitarios, y en eso nunca podremos competir con un país que mantiene todavía intacta la estructura de poder comunista.
Pese a todo, hay unas cuantas incógnitas todavía en el horizonte. China ha crecido demasiado aprisa, y están metidos en una gigantesca burbuja inmobiliaria, que su Gobierno trata de desinflar sin efectos traumáticos. Suena a déjà vu. Si no lo consiguen, espero tener por lo menos dinero ahorrado para un billete de ida a Bora-Bora.
Ya quedan pocas incógnitas. Es claro que esto se acaba, todo el mundo parece que lleva un gurú de la economía dentro, cuando la realidad es que los «técnicos» de la cosa no paran de equivocarse. La única verdad auténtica e inmutable en la que no hace falta tener fe es la estúpidez, amnesia y egoismo criminal del ser humano. Por eso creo que haremos bien los que tomemos medidas contra lo que se nos viene encima. No creo que la solución pase por tener dos trajes en vez de veinte, porque sin consumo no hay trabajo. Estoy de acuerdo con Ricky en lo de irse a Bora-Bora, lo malo es que no vamos a caber. No quiero acabar con un mensaje pesimista, al final todo será para bien, el planeta no puede seguir albergando a una especie depredadora y auto destructiva como la nuestra y gracias a la economía absurda, este mundo parece tener una vía para librarse de nosotros o de hacernos replantearnos nuestra manera de estar. Salud y suerte.
¡Tonterías! ¡Nada hay que temer! El mundo nunca ha sido mejor ni peor. Ha sido, es, y quizá, seguirá siendo. La diferencia sólo radica en que hoy lo toca a usted.
Es buen tiempo para despertar, para observar. Sin duda es buen tiempo para comprender.
Es lento…, muy lento comprender. La masa quiere despertar pero está confundida: ha sido adoctrinada en las aulas y en las iglesias. Lo inoculado en el cerebro permea la rutina, los juicios, el proceder. Cambiar un concepto toma, algunas veces, varias generaciones… Pero el mundo sigue girando, la vida sigue poseyendo, y la existencia no tiene afán.
¿Salir corriendo dentro del mismo planeta y con el mismo yo? (Permítanme reír)
Hoy vuelvo a leer el artículo y me surge una pregunta directa al ego:
¿A qué isla apartada piensan llegar que no llegue un calzoncito chino más barato y parecido al de marca que le haga ver su apariencia más bonita para impresionar a esa masa que ve sin mirar?