por Inés Zarza
Fotografía en contexto original: bloghola
Mientras espero…
Puedo fumar (en la terraza), tomarme una aspirina o pedir una copa
Puedo huir, pero no lo haré.
Me quedo tranquila, sin interpretar, sin interpretarme.
Puedo darle nombre a las cosas y convertir en sintaxis mis mentiras.
Aunque las ponga todas en fila no hacen ni una sola verdad.
No puedo salir corriendo: todos los zapatos me duelen
¿Cuánto tiempo he de esperar?
Un telefono que no suena y que no va a sonar.
Puedo elegir sentirme bien. El instante sin máscaras.
Ser palabra. Una entre todas.
Plantada.
¿Plantada?
Puedo ser mujer a la deriva o echar el ancla.
Puedo ser bolígrafo o poseer la mansedumbre de una hoja dispuesta a ser profanada.
Puedo inventarme.
Salir de este bar e ir al de enfrente.
Marcharme a una exposición.
Llamar a un amigo que sí va a responder.
O darme un beso en el espejo y un baño de burbujas.
Puedo hacer de hoy una tarde tranquila o un infierno.
Pensar que todo es muy difícil, o que todo saldrá bien.
3 respuestas a «Reflexiones de una mujer plantada en un bar»
«Puedo ser bolígrafo o poseer la mansedumbre de una hoja dispuesta a ser profanada»
Muy bueno. Someterme o ser sometida, that´s the question.
Coincido con Dulcinea. Todo un acierto, y me ha sacado una sonrisa bien grande.
Gracias. Sacar sonrisas con la pluma es algo maravilloso