Retratos por la cara

por nidiosniamo

La desvergüenza de la casta política no tiene fin.

Hace unos meses nos enterábamos de cuánto nos costaba la galería de retratos del Senado, institución que nadie sabe para qué sirve (Ver noticia)

Ahora nos enteramos de cuánto nos va a costar el retrato de Bono para la galería de expresidentes (Ver noticia)

Antiguamente, los retratos cumplían una función histórica; pero en esta época, en la que ya se puede hacer fotos hasta con un llavero, no parece tener mucho sentido que retratemos a nuestros políticos como si estuviéramos en la Florencia del siglo XVI. Sería mucho más fácil, mucho más barato y mucho más honrado que los miembros de la casta enviaran por correo electrónico a los responsables de decoración (no sé qué negociado lleva estos temas de vital importancia) una fotografía en la que se encuentren favorecidos. De ese modo, los españoles sólo tendríamos que asumir el gasto de impresión y el marquito (cien euros como muchísimo).

Que un cuadro da más prestancia, vale. En ese caso, el interfecto podría pagarlo de su bolsillo –que igualmente seguiría siendo el nuestro, pero al menos no nos robarían dos veces-, o mejor aún: se abriría una cuenta de suscripción popular para cada retrato, así cada uno de ellos podría saber qué huella ha dejado en sus representados. ¿Que has trabajado para el pueblo y entre todos te pagan tu paso a la posteridad? Cojonudo. ¿Qué no has recaudado ni veinte euros? Pues te conformas con la foto.

Mientras a nosotros nos piden austeridad, sacrificio y esfuerzo; mientras nos vemos sometidos a constantes subidas de impuestos, del precio de productos básicos y tarifas energéticas; mientras cargamos sobre nuestras espaldas las consecuencias de todos los recortes, ellos –los unos y los otros, los rojos y los azules, los blancos y los negros, los redondos y los cuadrados- todavía encuentran dinero para algo que sirve, única y exclusivamente, de alimento a su vanidad.

Estoy por abrir una cuenta de suscripción pública para la compra de guillotinas.

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