Tenemos la vida que hemos elegido.
Pudimos quedarnos a salvo tras las murallas.
Pero estamos aquí,
bajo la lluvia,
cubiertos de barro y sangre.
Sólo Dios sabe si seguiremos con vida mañana.
Y quiero agradecerte
todo el amor que me das
de la única manera que sé:
amándote.