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Cada día un frente

por Mamá
Fotografía en contexto original: cadenaser

Cuando hace tres meses me dijo que tenía novio, pensé: “Pronto empezamos”.
A sus quince años, ella no podía saber que después de la alegría que la llevaba a reír por cualquier motivo, la luz que iluminaba su cara y la desbordante ilusión; llegaría el dolor.

Pero yo sabía que acababa de abrirse un nuevo frente de batalla.
Hacía poco que había terminado de superar el sufrimiento por el abandono paterno –sufrimiento que siempre la acompañará-, y ya estaba exponiéndose al peligro otra vez.
Así es la vida.
Hacerse adulto duele.

Ayer entró en casa llorando, pasó sin saludar por el salón y se encerró en su cuarto.
“Un problema menos”, pensé mientras cerraba el documento Word en el que estaba trabajando y me levantaba de la silla para ir a ofrecerle el refugio de mis brazos.

No podemos mantener a los hijos a salvo de la vida, ni asumir el dolor que a ellos les toca. Pero podemos enseñarles a manejar las armas de la supervivencia y limpiarles las heridas con nuestra sabiduría, que tanto sufrimiento nos ha costado alcanzar.

Un rato después, logré que sentara tomar un colacao calentito.
Se cerraba así un frente de batalla.
Mañana se abrirá otro.

2 respuestas a «Cada día un frente»

Los jóvenes al cumplir los quince se creen ya adultos, es aconsejable desde muy pequeños dejar claro sus limitaciones, plantear el problema de dependencia, el no estar todavía preparados para iniciar una relación ya que primero deben de hacerse una carrera para tener armas para enfrentar el frente de las batallas y salir airosos de la guerra que día a día se vera al levantar el sol.

Las caras largas nos llevan a ver el resentimiento de estos al no dejarle arruinar sus vidas ya que mas tarde se convertirán una carga con críos, conflictos, pesadillas psicológicas, resentimiento con la vida por amarguras, o un amor que hubo que cortar a tiempo por el bien de ellos mismo, al principio estos no lo comprenden, se ve entonces la importancia del rol de padre, a los hijos de matrimonio separados, rotos, divorciados es aconsejable hablar con los hijos sobre las razones verdaderas del rompimiento del lazo matrimonial, al principio estos se ponen rebeldes, mas tarde al adquirir herramientas para enfrentarse a la vida y a la solución de los problemas estos agradecen sin decirlo que una vez pusieron freno a sus placeres, incursión en el sexo ya que para todo existe un momento, tiempo real y es necesario que los hijos al adquirir los quinces estos obtengan conciencia y reflexionen sobre sus actuaciones para madurar y vencer los traumas cualquiera sea este como producto del divorcio o por no dejar que estos hagan su real gana.

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