Miguel Pérez de Lema
El mejor programa de reportajes de la televisión moderna es «The vice guide travel».
Díselo a todo el mundo.
Tiene a los reporteros más duros, con actitud más cool -o como se diga-, y al mismo tiempo resultan los más naturales y sinceros. Si ya estás harto del buenrrollismo lonely planet, si abominas del fenómeno «por el mundo», y si Callejeros ya no te pone, engánchate a esta mierda.
Los ves metiéndose siempre hasta el fondo en cada fregado, yendo un paso más allá de donde lo dejaría un equipo de tv de una tele pública, y te caen cojonudamente bien, y te hacen vivir con ellos el subidón, el miedo y la emoción y el horror y el estupor de las situaciones.
Los he visto en el burdel más sucio del peor gueto de Monrovia, o trapicheando con un camello de Bogotá un gramo de burundanga, o visitando la tumba de un Santo Malandro de Caracas, o aullando el «God save the queen» de los pistols en un karaoke en Korea del Norte, o «apatrullando» la noche del DF junto a los fotógrafos de la revista gore de sucesos Alarma (ya hicimos un post de eso). Y me he muerto de envidia.
En este momento lo dejaría todo, sin pensarlo, para irme a trabajar con estos cafres.
Como ejemplo, pongo la primera parte de su trabajo en Liberia, donde conocen, entre otros, al ex señor de la guerra «general butt naked» -algo así como General Culo al aire»-, que les cuenta la increíble historia de sus prácticas de canibalismo ritual durante la guerra civil, en la que entraba en combate en pelotas, y su posterior conversión a la fe, tras una visión mariana.
El periodismo no ha muerto, sólo hay que ir a buscarlo en los márgenes. Como todo.
http://youtu.be/QQSjyYRTDVM