por Marisol Oviaño
El hombre que pudo reinar me dijo una vez que yo escribo para pasar la vida a limpio.
Y creo que dio en el clavo.
La vida para mí no es sino un borrador. Y hasta que no lo paso a limpio, no aprendo de mis errores.
Ni de los vuestros.
¿Acaso no es la juventud el borrador de la vejez?
¿Acaso no es la vida el borrador de lo que dejaremos tras la muerte?