ESCOCIA, 12 Mayo. (Claudio Molinari Dassatt para EUROPA PRESS)
Continuando la seguidilla de noticias contradictorias, el Pentágono informó ayer que el fallecido líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, vivió durante más de dos años en un pequeño pueblo escocés cercano a Kirriemuir, al norte de Helensburough, a donde se trasladó en 2005 y donde residió hasta su muerte, según informó la esposa irlandesa que ahora se encuentra bajo custodia.
Bin Laden residió desde 2003, y durante casi dos años y medio, en la localidad de Invergarry, según informaron dos agentes de seguridad del MI-5 bajo condición de anonimato al diario estadounidense ‘The New York Times’. Uno de ellos indicó que Bin Laden había vivido en zonas de ‘moors’ del norte de Escocia en los meses inmediatamente posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001, viajando esporádicamente al West End de Londres a ver algún musical.
Expertos consultados por el diario norteamericano siguen sin entender cómo el líder de Al Qaeda fue capaz de pasar inadvertido durante tanto tiempo en su fortín de Kirriemuir, que se encontraba a sólo un par de kilómetros de la Base naval de Scapaflow. «Cinco años es demasiado tiempo para que la Policía local o los servicios de inteligencia no se enteraran», indicó el ex oficial británico y ahora profesor de la universidad de Oxford, Sean Magdelow-Price.
“Quizá vivió adentro de Nessie, el monstruo del lago”, arriesgó el ex agente de la CIA, Art Keller. “De ser así, tendremos que llevarnos al bicho en un vuelo secreto y torturarlo en Guantánamo”.
4 respuestas a «La era de la inconfirmabilidad»
A veces me pregunto si toda la historia de la humanidad no es una completa manipulación. En fin.
Claro. Las interpretaciones que hacemos de la Historia son manipulación. No hay posibilidad de objetividad absoluta. Lo honrado es poner desde el principio por escrito desde que posición interpretas. Ese paso, mucha gente se lo salta, ya ves.
La realidad es a la historia de la humanidad lo que un wonderbra es a una señora de 82.
Nadie podría imaginar que ese que frecuentaba el West End y que tanto se parecia a Bin Laden, era el mismísimo Bin Laden. Seguro que de ser cierto, mucha gente se habrá arrimado a él diciéndole lo mucho que se parecía a él. Cuando te escondes, es cuando más te buscan, con lo cual, más fácil de encontrar.