por Robert Lozinski
Fotografía en contexto original: alviensblog
Érase una vez en un país lejano una mujer que estaba en coma. El coma es un pequeño descanso antes de emprender la peregrinación eterna hacia lo misterioso, inaceptable, injusto. En términos burocráticos, un pequeño plazo a fin de poner en cierto orden los papeles. Si a este expediente le falta algo, yo qué sé, una firmita, por ejemplo, al implicado le tocará regresar para solucionar el fallo. Y no hay nada que hacer, son los trámites. Más o menos como en la película “Ghost”con Demi Moore y Patrick Swayze.
Pero esta historia no es ficción sino que ocurrió de verdad aquí, en este lugar de perpetuas transformaciones caóticas llamado “tierra”.
No puede haber Cristo sin Cruz ni Cruz sin Cristo, esto es todos hemos de llevar a cuestas en nuestra vida, por imposición divina, alguna penitencia.
La mujer se hallaba en coma desde hacía tiempo y su marido, ignorando los consejos de los médicos –pero, hombre, si está ya casi muerta, váyase usted a casa, empiece una nueva vida que de su completa muerte nos encargamos nosotros y cosas por el estilo- se mantuvo a su cabecera cantándole al oído una canción de amor. Sí, una canción de amor. Cada día la misma canción, con la misma letra y el mismo tono de voz: suavemente, como a un bebé en la cuna. Poquito a poco iba entrando esta especie de medicina en el atormentado cerebro de la mujer rehaciendo las conexiones rotas. Paso a paso la mujer inició el lento retorno. Para cumplir un último trámite: decirle a su hombre que ella también lo amaba. Y cierta mañana abrió los ojos. Ahí estaba el marido esperando su llegada. Ante la estupefacción de todos, abandonaron el hospital cogidos de las manos como una pareja joven y enamorada.
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Robert Lozinski es autor de La ruleta chechena
3 respuestas a «El amor, a pesar de todo»
Querido Robert,tus palabras llegan siempre como un canto a la esperanza,ese amor del que nos hablas es el amor con mayusculas ,el que todo lo puede,en el que no creemos o hemos olvidado,ese que nunca se rinde ,que mueve el mundo,que hace que alguien que ya está más alla de la vida ,oiga su canto y regrese ,ese amor…….ese que todos deseamos,yo deseo a este amor en particular muchos años de felicidad y a ti un abrazo por recordarnos esos pequeños grandes milagros que se consiguen gracias al amor.
Isabel:
Me imresionó esta historia. Casos así, afortunadamente, no son pocos pero no llegan a los telediarios precisamente porque no es un amor contado a los cuatro vientos.
Si, esta historia, x su gran simplicidad y poco difundida, nos reivindica. Soplo de aire lindo. Susana ( una mujer argentina)