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Minutos musicales: Lo que el tiempo no borró

Miguel Pérez de Lema

Hay cosas que te funcionan. A mí esta canción me funciona.

Por lo visto a un tal Aibar, uno que hace películas, también le funciona. Ha hecho este montaje y lo ha subido al tubo. Lo sé porque he buscado la canción para ver si había más gente a la que le funcionaba, y para mi sorpresa esta que se ofrece es la única subida de la canción.

Le gustan Vázquez, y los Burning, debe ser un buen tipo, el Aibar.

La cosa, decía, es que el tema me funciona. Cuando muchas otras cosas se estropean, te pones esto y ya. Vamos que eso, que sí, que funciona.

Son muy pocas las cosas que vienen con tanta garantía.

6 respuestas a «Minutos musicales: Lo que el tiempo no borró»

Burning ¡Uff, cuánto tiempo!
Recuerdo la primera vez que los vi en Madrid, corría el año… ¿76…77?, hacía poco que había muerto Franco, eso seguro. Fue en la discoteca M&M, un garito estupendo que estaba en Diego de León, cerca de otro lugar mítico, Pato Discos, una tiendita de vinilos de importación que era un pequeño paraíso en aquel Madrid casposillo que despertaba al mundo.
En aquel tiempo cantaban en inglés, hacían versiones de Lou Reed, Rolling Stones, etc. Pero ya se les notaba que eran auténticos, tenían algo de verdad en su sonido y su pose, no eran un pastiche. Risi con una gorra de cuero negro llena de tachuelas interpretando Sweet Jane de Lou Reed, sublime. Como no podía ser de otro modo, el concierto fue la hostia y también, como no podía ser de otro modo, al terminarlo entró la policía en el local y nos hizo salir a todo el público con los brazos en alto y el carnet de identidad en la boca (sí, desgraciadamente, lo del carnet en la boca no es una leyenda urbana). Chicos de barrio, zapatos de tacón con plataforma color caramelo, pantalones de campana, jeseys minipull, chupillas de cuero, melenas sucias y patillas largas, motos derbi con puñitos: las bandas juveniles de los barrios obreros; después llegaron las drogas y se fue todo al carajo.
«Dan las seis, sintonizo a los Stones, recuerdos del pelo largo, viejos blues, queridísimo Eric Burdon…»
¿Merecería la pena que alguien escribiera la novela de aquellos barrios y de aquella juventud?

Gracias Miguel.
Mira, siempre he pensado que esa generación (mi generacíón), fue una generación perdida. No tuvimos el glamour de la de los 60, ni el brillo mediático de la de los 80, parece que fue una generación que no hizo nada reseñable, escondida en ese rincón del tiempo en el que todo estaba por venir. En los 60 fue la política, en los 80 la cultura, y nosotros (los 70) fuimos el saco de gimnasio donde van a parar todos los golpes. Entraron las drogas masivamente en los barrios y se llevaron por delante a casi una generación desnuda. Ayudamos a facilitar una transición, que al cabo del tiempo no convence a casi nadie, en fin, un puto desastre. Una generación insulsa, aparentemente, pero que fue capaz de hacer la mejor música popular de la historia, el referente del que han bebido todos los demás, entre otras cosas. A pesar de todo, creo que hecho en falta una gran novela de la época ( a lo mejor no la merece), en cualquier caso se podría experimentar.

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