Miguel Pérez de Lema
Hacía algunos años que no leía algo tan poderoso, conmovedor e interesante como la biografía del novelista cubano Reinaldo Arenas, «Antes de que anochezca».
Sé que hay una película reciente sobre el libro, pero no la he visto. No sé si será buena, mala o regular, pero aun así animo a todo el mundo a que se resista al oropel del cine y sus estrellas, y lea el libro primero, porque es muy difícil que una película pueda relatar con tanta minuciosidad el infierno cubano. Y con tanta verdad. Y con tanta belleza, porque Reinaldo Arenas es un escritor extraordinario.
Arenas es un narrador poderoso, sencillo en la forma y muy hondo en el fondo. Fue un hombre desgraciado y valiente, lo cual da valor a su forma de escribir, a su estilo directo y lírico como una bofetada de realidad. Una magnífica serie de bofetadas.
Cualquiera que piense en escribir y parta de su propia vida como materia literaria, debe leer «Antes de que anochezca». Es un faro ético y estético. Un ejemplo de coraje y desgracia y arte.
Reinaldo me parece un perdedor entre los grandes perdedores de la literatura, entre los despedazados por la vida, entre los tercos que construyen con esa derrota su fortaleza, su obra. Un poeta romántico en un tiempo de bedeles. Un tiempo que, 20 años después de su muerte, sigue vigente.
¡Ay, la venganza de los bedeles!
Esto fue lo último que escribió antes de suicidarse en Nueva York en 1990:
Carta de despedida
Queridos amigos: debido al estado precario de mi salud y a la terrible depresión sentimental que siento al no poder seguir escribiendo y luchando por la libertad de Cuba, pongo fin a mi vida. En los últimos años, aunque me sentía muy enfermo, he podido terminar mi obra literaria, en la cual he trabajado por casi treinta años. Les dejo pues como legado todos mis terrores, pero también la esperanza de pronto Cuba será libre. Me siento satisfecho de haber podido contribuir aunque modestamente al triunfo de esa libertad. Pongo fin a mi vida voluntariamente porque no puedo seguir trabajando. Ninguna de las personas que me rodean están comprometidas en esa decisión. Sólo hay un responsable: Fidel Castro. Los sufrimientos del exilio, las penas del destierro, la soledad y las enfermedades que haya podido contraer en el destierro seguramente no las hubiera sufrido de haber vivido libre en mi país.
Al pueblo cubano tanto en el exilio como en la Isla los exhorto a que sigan luchando por la libertad. Mi mensaje no es un mensaje de derrota, sino de lucha y esperanza.
Cuba será libre. Yo ya lo soy.
Firmado,
Reinaldo Arenas
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0 respuestas a «Lean a Reinaldo Arenas, no se anden con tonterías»
Creo que es la primera vez que reconozco un pasaje de nuestras vidas en algo de lo que escribes (este artículo es hijo de la última comida del núcleo duro de proscritos).
Nosotros no nos enriquecemos hablando mal de la democracia, todo lo contrario: nos cuesta pasta. Pero la pasta no es lo más valioso que se puede perder por escribir lo que uno piensa.¿Seguiríamos escribiendo si eso pusiera en peligro nuestra vida o, cuando menos, nuestra libertad?
¿Somos escritores o somos gallinas?
No he leido nada de Reinaldo Arenas. La casualidad hizo que anoche ( en trasnoche) dieran en TV «Antes que anochezca», prometo leer el libro x que es mayoritariamente coincidencia de que este es mejor que el film. Destaco la historia, el personaje de este exquisito autor, en la pelicula la excelente dramatización de un actor de excelencia como Bardem,trasfondo,amargura,inteligencia, sensibilidad y talento del Sr.Reinaldo Arenas.Escritor. Cubano. Su estilo «una magnifica serie de bofetadas.).Susana (una mujer argentina)