por Marisol Oviaño
Los escritores dicen que escribir un libro es como tener un hijo.
El proceso de creación es similar al de gestación: algo- que no sabes lo que es- no para de crecer.
Para mí, ahí acaban las semejanzas.
Una frase grandiosa puede llevar incluso más tiempo que un embarazo.
Y sobrevivir al escritor, a sus hijos, a sus nietos y a sus tatatatatatatatatataranietos.
Quizá por eso yo sienta la necesidad de alejarme de mis propias frases: me retratan.
Retratan la que soy cuando la escribo.
Pero la vida me ha enseñado que hoy soy una mujer y mañana seré otra, no quiero pasar mi vejez defendiendo frases en las que dejé de creer cuarenta años atrás. No quiero que mis palabras, por muy hermosas que sean, me impidan seguir creciendo. Supongo que a eso se debe mi afición a los seudónimos.
Con los hijos es distinto.
Me enorgullece que mi hijo tenga mis ojos, que mi hija sonría igual que yo, que sean inseparable rama de nuestro ancenstral árbol.
Que lleven mis apellidos.
Cada día que pasa, se me va olvidando lo que escribo.
Cada día que pasa, mis hijos me recuerdan lo que soy.
El proceso de gestación de la obra literaria acaba en libro.
El proceso de gestación del hijo acaba en ser indefenso entre tus brazos.
Los libros son algo terminado, el punto final de un viaje.
El hijo es el comienzo de un viaje que continuará cuando hayas muerto.
El libro resume todo lo que has aprendido.
El hijo te enseña todo lo que no sabes.
El libro es
un destello
un aplauso
un fugaz orgasmo.
El hijo es amor.
0 respuestas a «Trascender»
Hermoso!!!
GENIAL, COMO SIEMPRE.
Gracias por los aplausos, de ellos nos alimentamos los idiotas escritores.
Yo creo que los «aplausos» son felizmente recibidos y añorados por todos los artistas.Nos reconocen y nos miman, nos besan el ego.Y son tan placenteros y necesarios..¿está mal que también nos alimenten sin ser idiotas ??.Susana ( una mujer argentina).
Que bonito Marisol, bonito y sabio
Suscribo
Ines
(en pleno embarazo literario)
Esa similitud del libro con el hijo lo he escuchado toda la vida. Yo he publicado y, la verdad, sí que le encuentro un sentimiento de creación y satisfacción muy parecidos.