Graciela Acuña es una mujer con una capacidad de penetración poco común.
Ella y yo hemos discutido mucho los últimos meses.
Graciela había invertido años en escribir un iluminador ensayo sobre la naturaleza humana, un libro de una fascinante complejidad que al mismo tiempo es tan sencillo, que cualquiera podría entenderlo y reconfortarse en él.
Y mi misión era poner las palabras de Graciela contra las cuerdas.
Escritora y correctora hemos luchado cuerpo a cuerpo por una coma mal puesta, por un concepto demasiadas veces definido, por una contradicción intrínseca…
Podría decir muchas cosas de La familia humana (Ediciones Mandala), y de hecho tendré que decirlas: Graciela me ha pedido que lo presente.
Normalmente no acepto este tipo de invitaciones, porque creo que los correctores debemos quedar en la sombra: sólo hemos escupido y pasado el trapo allí donde creíamos que podría haber más brillo. Cuando el trabajo del corrector termina, el autor ha de volar solo y enfrentarse solito al inhóspito mundo editorial.
Pero, en el caso de Graciela, he accedido a salir de la trinchera proscrita por una simple razón: su libro me ha hecho crecer.
Algunas tardes, cuando ella se marchaba, comprendía por qué antes los hombres se reunían en torno a un libro y discutían.
Os invito a uniros a la diversión.
Lugar: Espacio Ronda
Dirección: Ronda de Segovia, 50 (metro Puerta Toledo) Madrid.
Fecha: jueves 27-mayo-2010
Hora: 19:30