Miguel Pérez de Lema
Yo, de mayor, quiero ser francés.
Lo supe un día, hace algunos años, estando en una mega feria del sector de la construcción en París. Uno de esos eventos donde todo el mundo engaña a todo el mundo, y todo brilla y huele bien, y en los que yo, otro defraudador más, me paseaba con mis zapatitos nuevos entre directores generales de esto y aquello. Era periodista, o algo así.
Coincidiendo con los días de esa feria, los franceses protestaron reclamando sus derechos. Y pararon el país. No me lo contaron, lo viví, esperando trenes que no llegaban, o llegaban pero pasaban de largo por el andén de la estación de la feria de Paris Nord.
Ya se ponía la cosa mal por entonces, y se veía que iba a empeorar, esto de ahora es un suma y sigue. Una diferencia entre Francia y nosotros es que ellos lo vieron venir.
Otra, más importante, es que salieron a la calle desde el primer día a dejar claro que el ciudadano francés es el propietario de su amado país, que sabe qué es ser ciudadano y no va a ceder en su derecho a seguir siéndolo, que va a velar por que se mantenga la decencia, y la justicia. Lo que se dice un gran país.
Recuerdo estar visitando a los capitostes de la multinacional X, que fardaban de un nuevo lanzamiento en un stand enmoquetado, entre copitas de champán y azafatas de culo turbador, cuando de pronto irrumpieron 20 o 30 obreros. Se situaron en torno a la máquina que se estaba presentando -y que ellos habían fabricado- y desplegaron un gran cartel en el que informaban al mundo -y a la prensa convocada- que la marca pensaba cerrarles la fábrica.
Ese día me hice francés de espíritu.
Un gran país surgido de una gran Revolución. Esa Revolución que aquí seguiremos teniendo pendiente mientras ellos superan esta crisis.
Su último invento: la huelga de parados. Si en España el descomunal ejército de parados se pusiera de acuerdo en algo, ponían patas arriba el país en media hora, tumbaban a cualquier gobierno, hundían a cualquier gran empresa dejando de consumir sus productos…
En fin, para qué soñar. Nos falta calidad humana, historia ejemplar y coraje. Y nos sobra cachondeo ¡esa feria de abril -Andalucía, 27% de paro- hasta los topes!
Yo, de mayor, me pido ser francés.
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0 respuestas a «Quiero ser francés»
Una vez conocí a una becaria francesa que al poco de trabajar aquí y ver nuestros sueldos, horarios e indignidades varias, me dijo que en Francia, con una décima parte de las barrabasadas que nos hacen aquí, ya se hubieran rebelado. Supongo que es la diferencia entre un gran pueblo y este país de alegres siervos.
Aquí los dos grandes sindicatos mayoritarios están vendidos al PSOE, no tienes más que ver lo calladitos que están con un 20% de paro.
Aquí no saldrá la gente a la calle hasta que toquen el sueldo de los funcionarios.
Y para entonces todos los demás estaremos trabajando en la economía sumergida, demasiado atareados para preocuparnos por los privilegios de los burócratas.
Tenemos lo que nos merecemos.
Marisol, coincido contigo plenamente, y añadiría una pregunta ¿todos los que nos vayamos a la economía sumergida y los que estan en ella porque el sistema les aboca (por ejemplo PER, pero hay más ejemplos) ¿no deberían de sustuir su condición de parado formal por la condición de cotizante autónomo? creo que ese tambien puede ser un motivo por el cual aquí nadie sale a la calle.
A ver, que no sé si he entendido lo que dices.
Una cosa es la gente que está en la economía sumergida porque no queda otra: si ganas 900 euros al mes, no puedes pagar 300 a la SS. O pagas, o comes. O pagas o dejas de pagar a la que gente que ha trabajado para ti.
Y otra cosa es la gente que está cobrando el paro y trabajando.
Entre esos, habrá jetas que se saquen 3000 euros al mes, desde luego.
Pero supongo que la gran mayoría lo hacen porque, con 400 euros de paro no hay quien sobreviva.
No acabo de entender que dices con: «¿todos los que nos vayamos a la economía sumergida y los que estan en ella porque el sistema les aboca (por ejemplo PER, pero hay más ejemplos) ¿no deberían de sustuir su condición de parado formal por la condición de cotizante autónomo?» Parece que quisieras proponer una operación de maquillaje de esas que le gustan tanto al gobierno: cambiamos el nombre de la mitad de parados, ahora se llamarán cotizantes autónomos, y así reducimos el paro a la mitad.
Y me da a mí que no era eso lo que querías decir. Si tienes un rato, aclárame cuál es el motivo por el que tú crees que aquí nadie sale a la calle, que no he acabado de enterarme.
Hola Marisol, en primer lugar debo de suprimir la palabra “todos” porque hace las frases demasiado polémicas y desde luego injustas. Pero, a parte de lo que dices y los ejemplos que pones, que son ciertos, y es injusto comparar algunos casos con otros, creo que si no hay un movimiento social de contestación al gobierno con este 20% de paro es porque hay un 23% de economia sumergida que está manteniendo el consumo, y mucha población tenía ahorrado dinero en el calcetín, gracias a la economía sumergida de años anteriores, de haber cobrado mucho dinero negro en los años boyantes de la construcción (bien como empleado de la construcción, de comisiones de compraventa, o de que le pagaron parte de piso en negro) y que la familia en muchos casos ayuda materialmente aunque no sea con dinero contante y sonante. La gente no va a salir a la calle con los sindicatos porque la gente verdaderamente perjudicada por la crisis (en especial jóvenes, inmigrantes y mujeres de más de 45 años) no están en el lado bueno del sistema dual del mercado de trabajo en España, y por eso no se sienten representados por los sindicatos mayoritarios. Ellos no tienen ni pueden acceder al lado bueno del mercado de trabajo del contrato indefinido que está siendo defendido por los sindicatos, y que no nos olvidemos, solo está siendo defendido para los que ya lo tienen, a los demás que nos parta un rayo, deben pensar jóvenes, inmigrantes y todos aquellos que no hemos catado un contrato de esos en la vida. Pero en lo que estaba pensando no es en un maquillaje de las cifras de parados ni en precarizar las condiciones de trabajo de nadie, sino más bien en que mucha gente que está preparada para ser autónomo y defenderse por su cuenta con su profesión, sea artesana o liberal. En Madrid u otras grandes ciudades es más difícil, pero en pequeñas capitales de provincia y pueblos grandes, puedes encontrar mejores oportunidades de trabajar como soldador, cerrajero, fontanero, mecánico, etc por cuenta propia, o si tienes carrera universitaria, desarrollar tu profesión de forma liberal en vez de por cuenta ajena, formando sociedad con otros, o incluso emprender negocios modestos, con o sin franquicia. El momento para empezarlos obviamente es cuando no hay crisis. De sobra se que ser emprendedor y comenzar actividades económicas es complicado, y más desincentivador es aun que sea obligatorio un “tributo sobre el trabajo” como la cotización de autónomos cuando estás empezando la actividad, sin que sea proporcional a lo que ingresas, pero a veces es la única manera de trabajar sin que te exploten. Lo se de sobra, yo hoy soy autónoma (y antes pasé por los trabajos de obra y servicio, por los indefinidos con trampa y por la economía sumergida). Y perdón por este comentario tan largo.
Es bien cierto el artículo: «Quiero ser francés». estoy de acuerdo en todo lo que dice el autor. Solamente apostillar, aquello de que la mayoría de españoles somos unos siervos tan sometidos que adoramos a nuestros verdugos. Francia hizo la revolución echando abajo a los tiranos; y aunque hubiese titubeos, al final los aborrecidos monarcas y su corrupto sistema desapareció, al parecer para siempre. La España más hortera e ignorante, así como unos políticos cobardes y de medio pelo, rinden pleitesía a una monarquía de opereta que no es más que un residuo feudal y obsoleto, y a un monarca de dudosa inteligencia padre de una prole de lambones, y cuyo árbol genealógico es un cúmulo tremendo de asesinatos, incestos, todo tipo de crímenes, y aún le reímos unas gracias tontas, procedentes de la estupidez más palmaria.