Marisol Oviaño
Fotografía en contexto original: aromaterapia
Hoy he tomado un par de decisiones de ésas que me cuestan canas.
Todas las señales del camino apuntan en la misma dirección. Tardaré un par de años en saber las consecuencias que tendrán en nuestra vida: en este circo, donde vaya la directora de pista irán los cachorros de león y los trapecistas.
Ahora que los niños duermen, proceso todas las emociones del día con un whisky y un cigarro que humea a mi lado. Tengo los hombros cargadísimos, necesito un masaje. O mejor, unas vacaciones.
Unos díitas sin responsabilidades.
Sin recibos devueltos, sin desayunos, comidas y cenas, sin mediar en agotadoras peleas de adolescentes, sin ropa sucia en el cesto, sin ropa limpia que planchar, sin malas notas, sin libros que corregir, sin clases que dar, sin blogs que moderar, sin artículos que escribir, sin gestiones que resolver…
Unos díitas en los que no ser cliente, ni cocinera, ni juez, ni asistenta, ni educadora, ni correctora, ni profesora, ni editora, ni escritora, ni secretaria…
Unos díitas con algún hombre guapo que me quite sin prisa la herrumbre que la batalla ha dejado en mi cuerpo.
Unos díitas para dar sólo lo mejor de mí a quien sólo me quiera dar lo mejor de sí.
Escapar un rato de esta trinchera
Ser, durante un paréntesis, sólo mujer.
Fantasías.
De sobra sé que mañana despertaré a renglón seguido.
0 respuestas a «Punto y aparte»
Aquí te dejo dos signos de admiración empática.
Y un punto y coma que dé paso al «gracias» por moderar, idear y mantener este blog proscrito.
Un abrazo SuperMarisol.