por Tímido Celador
– ¿Tú has estado casada alguna vez?- pregunto cuando vuelvo a su lado con la tercera ronda de cervezas.
– A mi edad todo el mundo ha estado casado o emparejado alguna vez. Desconfía de quien no tenga vicios y de quien, pasados los cuarenta, nunca haya tenido pareja- dice levantando el vaso para que brindemos.
– ¿Por el amor?- propongo galante.
Ella se echa a reír y me siento como un conquistador profesional.
– Vale, por el amor.
El cristal barato apenas suena, la espuma de los vasos se derrama ligeramente, damos el primer trago sin dejar de mirarnos, y me veo capaz de todo.
– ¿Sabes? El Guru dice que te acuestas con él y conmigo porque nos amas.
– Decir que me acuesto contigo, es mucho decir: sólo nos hemos acostado juntos un par de veces, y – me mira burlona- no se puede decir que la segunda te gustara mucho.
– Para mí dos veces con la misma mujer es todo un récord, algo que recordaré cuando sea viejo y ya no se me levante.
– Para entonces yo ya estaré en una silla de ruedas, será un honor que pienses en mí.
– ¿Y tú? ¿Me recordarás?
Hasta yo me sorprendo de mi temeridad, el alcohol me convierte a veces en un hombre arrojado.
– De ti depende. Por ahora sólo eres una anécdota en mi vida
Para ver todos los artículos de esta serie, pincha aquí
0 respuestas a «El guru y otras hierbas, 38»
Me encanta el cierre del diálogo.
Increíblemente bueno!! y como a Ariadna me encanta el cierre! 😉