Miguel Pérez de Lema
Dios podría haber dispuesto una creación finita y perfecta, pero prefirió expresar su sabiduría mediante la variedad, la improbabilidad y la infinitud de las formas. Si por algo nos ama a cada uno de nosotros es por nuestra diferencia, por nuestra accidentada cicatriz y nuestro oculto lunar, por nuestra experiencia única, y por nuestra individuación irrepetible y sublime.
La variedad place a Dios, no como capricho sino como expresión de su tendencia al infinito. Y es contrario a su esencia, a su ley, todo lo que trabaje en pro de la igualdad, de la eugenesia, de la serialización. Por eso Dios ama a los monstruos, casi, por encima de toda las demás criaturas.
No es problema que, como ateos, hayamos dejado de creer en Dios. El terror y el rechinar de dientes llegarán el día en que Él deje de creer en nosotros.
Pero por ventura no se atisban señales que eso vaya a suceder mañana.
O sí.
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0 respuestas a «Criaturas»
Sobra el video, Miguel querido.
El texto es buenísimo y universal. El video hace que olvidemos el impacto de tus palabras.
No nos muestres el proceso mental que te ha llevado a escribir algo tan bueno.