Miguel Pérez de Lema
Nació justo en el filo del precipicio, hace 22 meses, cuando todavía España y el planeta tierra creían que había futuro y que se podían hacer grandes cosas. Y casi al día siguiente todo se empezó a desplomar.
Y de todo lo que ha quebrado, lo que más ha sufrido y menos esperanzas tiene de levantarse, es la prensa. La crisis de la prensa tradicional -larvada tantos años- ha explotado definitivamente, e Internet ha demostrado ser la milonga entre las milongas.
Porque si la prensa de papel y el kiosquero de la esquina están heridos de muerte, con una crisis publicitaria catastrófica y unas previsiones de recorte de ventas crónico hasta la agonía final, lo de internet es una broma de mal gusto.
No os dejéis engañar cuando os digan que la inversión publicitaria está «migrando» a Internet. Son tres pesetas mal contadas con las que no se puede mantener un proyecto periodístico. Ni se debe.
Es una fábrica de precariedad, dumping laboral, y una cruzada personal de cargos intermedios despedidos de los grandes grupos dispuestos a morir matando a costa de los sudores e ilusiones de siete muchachos intrépidos e incautos.
Internet es un sumidero de egos y moderneces donde todo el mundo está palmando tiempo y dinero. Y donde los que hacen cuentas no consiguen que les salgan las cuentas. Que se lo digan al BBVA, socio-propietario de Soitu. O que se lo digan a los chicos de Gumersindo, el hambre que se tiene que pasar para ser moderno.
Me parece que se va a ir rajando mucho personal de esto tan chupi guay del 2.0 y de pagar al señor del servidor. De poner la cama y no cobrar el polvo. Porque Internet no sólo no da sino que cuesta, y tal como pasó en la fiebre del oro, al final el único que se hizo rico fue el de la tienda de picos y palas.
Descanse en paz soitu.
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0 respuestas a «soitu ha muerto»
Cuando entré esta mañana en Soitu, pensé: vaya, qué putada. Y me acordé de la última comida- mañana hace una semana- del núcleo duro de Proscritos, en la que hablamos de la muerte de la prensa y de nuevas formas de financiación. Completamente de acuerdo contigo en que la publicidad en internet es el chocolate del loro.
Es imposible que un medio de comunicación al uso gane, a base de cliks, para pagar una plantilla como la de El País, por ejemplo.
La prensa tradicional ha acabado siendo servidora del mejor postor, su razón de ser ha desaparecido, y es lógico que desaparezcan sus soportes.
Pero a base de cliks, también es imposible que se mantenga Soitu, por ejemplo.
Ni siquiera sería posible pagar algo a todos los que arrimamos el hombro aquí con el dinero recaudado por los “clicks”.
Creo que hay un grave error de concepto: ni en la tele, ni la prensa, ni en las vallas, ni en la radio, el anunciante tiene la seguridad de que el público vaya a hacer “click”. Y sin embargo, los anunciantes pagaban auténticas barbaridades por ello.
. Las empresas se han gastado lo que no está en los escritos para llegar al mayor número de público posible, con la esperanza de encontrar un pequeñísimo nicho de público objetivo.
Y, sin embargo, deciden pagar lo menos posible en Internet, que es, sobre todo desde los sitios especializados, donde tienen más fácil llegar a gente que pueda estar interesada en su producto. Un click es un cliente potencial. Un cliente potencial no vale 0,20 céntimos de euro. Al anunciante no le interesa que le vean diez millones de personas, sino que le vean 500 potenciales clientes. Y eso cuesta dinero.
Seguramente eso con el tiempo cambiará, porque si no, los anunciantes no tendrán donde dar a conocer lo que hacen: los grandes medios están muriendo, los pequeños (tipo soitu) acaban muriendo también porque dependen de los bancos, y los únicos lugares para anunciarse seremos quienes hemos aguantado 10 años (no 22 meses) en régimen de autarquía. Y, antes que llenar nuestras páginas de banners para llevarnos 20 euros al mes, preferiremos no tener ninguna publicidad. Y entonces ¿dónde se anunciarán las aspiradoras?
Necesitarán páginas con visitas, que hayan demostrado poder mantenerse por sí mismas durante mucho tiempo (los únicos clientes con los que se pueden hacer planes publicitarios a largo plazo. Ya has visto lo que ha durado Soitu: 22 meses) y con un público objetivo claro.
Tal vez la tortilla acabe dándose la vuelta a favor de quienes hemos aguantado contra viento y marea, de quienes hemos dejado de comer pescado fresco y carne y nos mantenemos a base de pasta, arroz, pollo, cerdo y latas de atún- que tampoco podremos permitirnos si el ejército no va a proteger a los atuneros- y, aún así, seguimos aquí.
Diez años después.
Comparto hasta cierto punto la percepción de Miguel sobre el hoy de Internet y la esperanza de Marisol en el mañana.
Mientras,las macrowebs siguen recopilando datos sobre los usuarios y sus hábitos de consumo a través de las redes sociales.¿Dónde se van a anunciar las aspiradoras?
En Google AdWords. A éstos sí le salen los números.