Por hombreabasedebien.
Fotografia en contexto original: caracoltv
1972. Yo era un chaval de 21 años y , aunque hoy en día suene a leyenda, vivía independizado con mi mujer y mi primer hijo. Era el mayor de 12 hermanos y había sido el primero en salir del nido.
Mi madre me llamó llorando y me contó que mi padre acosaba sexualmente a una de mis hermanas adolescentes. Yo me presenté esa tarde en su casa y me enfrenté con él.
Le dije que si volvía a molestar a mi hermana, tendría que vérselas conmigo.
Me sentí como David frente a Goliat.
Él gritó y me amenazó, tratando de que su ira ocultara su vergüenza.
Yo, convertido en estatua de sal, sostuve su mirada enloquecida sin decir nada más. Después me fui. No hubo denuncias, ni policía, ni juzgado de menores, ni periodistas, ni televisiones…
Mi padre no volvió a acosar a mi hermana. Entre él y yo se abrió una grieta que se cerró veintitrés años después , cuando poco antes de su muerte nos reconciliamos con un abrazo sin palabras,
Los trapos sucios se lavan en casa.
0 respuestas a «Los trapos sucios»
y tu madre ¿siguiò viviendo con él como si no hubiera pasado nada?
Siguió viviendo con él, aunque no creo que como si no hubiera pasado nada.
Hay que tener en cuenta que en su código católico de conducta no entra el divorcio como opción y sí el perdón cristiano.
A día de hoy, recuerda de mi padre sus buenos momentos y sus virtudes y no sus locuras y defectos y declara sin pudor su permanente amor por él.
Sin moralinas en temas tan fuertes: vaya mi asombro ante la capacidad cristiana de «ese «perdón, en lo que se refiere a tu madre,junto con mi asombro vaya mi envidia personal ante el abrazo con tu padre,no me veo con ese genuino contacto, aun estando la implacable muerte cerca, que además creo que no dignifica.De pasiones humanas se trata: de ahí el sin pudor permanente hacia el otro,que tu madre te dejó en ese festejo de amor a la locura.De pasiones se trata.Susana (una mujer argentina),