por Marisol Oviaño
Os recomiendo que os dejéis envolver por la música de Chat Baker antes de empezar a leer. Dura mucho más que el poema
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=nchEXBimNlg&fs=1&hl=es_ES]
Yo no he llegado a nada en la vida por culpa:
de las mujeres
de los hombres
del alcohol
de las drogas
del sexo
del Gobierno
de los bancos
de mi padre
de mi madre.
Y, como ellos son culpables,
extiendes tu manto de rencor
donde quiera que vas,
injertas mal rollo
por donde pasas.
E igualmente te sirvo un plato
y me pregunto si servirá de algo decirte
que no aprendiste nada de las mujeres
ni de los hombres
que no sabías beber
que, aunque las consumías todas, nunca entendiste para qué servían las drogas
que, aunque hubo mucho sexo, olvidaste lo que cada amante te enseñó
que el Gobierno te dio la oportunidad de convertirte en revolucionario
y los bancos la de hacerte ladrón.
Que tu padre lo hizo lo mejor que pudo
que tu madre sólo es una pobre mujer.
Que nadie, más que tú, tiene la culpa de lo que te pasa.
0 respuestas a «Tú y tu mecanismo»
Mientras me hechas la culpa de todo, igual te sirvo el plato preferido.No te pierdas a Baker,quizás te distraiga y me mires mejor.(a quien corresponda).Susana (una mujer argentina)
Ja, ja, ja, ¡cómo me suena la temática de este poema!
Son hombres (y mujeres) a los que nadie enseñó a encajar la frustración; hijos de madres que, por quererlo hacer lo mejor posible, para que el niño no llorora ni se enfadara, le concedía lo que demandaba el pequeño dictador. Y el pequeño dictador creció y vio que el mundo ni era tan amable ni tan condescendiente como su madre. Y que las madres de sus hijos tampoco eran sus madres; ni lo serían nunca. ¡Oh, mundo cruel que no entiende la sensibilidad de estas criaturas!
Oh my God! no quiero ni pensar lo que será el futuro con estos otros mega dictadores que en tantos países occidentales se están formando.
Se ha colado una «h» donde solo va la «e» la culpa la tiene este dinosaurio de bolsillo que tengo frente a mis ojos.Hablando de echar la culpa.Ja!!! (Susana una mujer argentina).
Conste que lo hice de un hombre, pero igual conozco a mujeres víctimas de conspiracines mundiales ¿eh?
La pura verdad. Excelente poema.
Besos,
Rodolfo Naró