La cosa está que arde.
Parece que muchos parados corrieron a las oficinas del INEM para apuntarse a la ayuda de 421 euros que acaba de aprobar el ínclito ZP, y allí se encontraron con que los profetas que alumbran nuestro camino habían olvidado comentar que la cosa tenía truco. Y ya me extraña que lo olvidaran, porque el gabinete de comunicación del Gobierno parece el único que se gana el sueldo: raro es el día que no salen a la palestra anunciando a voces la última genialidad del Iluminado.
No creo en los políticos, se mantienen gracias al electorado que les consigue el dinero de los bancos. Bancos a los que, por cierto, el Gobierno que socializa sus pérdidas pero no sus ganancias, ha dado nuestro dinero para que nos lo presten. Pero, en lugar de prestárnoslo, se lo han gastado en pagar lo que ellos a su vez debían a otros bancos. Es decir, nos han quitado el dinero para que seamos todavía más pobres. Olé los socialistas. (¿Alguien sabría explicarme por qué los gestores de las Cajas no están en la cárcel?)
No creo en los sindicatos, sus líderes se dedican a engordar y sólo se movilizan según el partido que esté en el poder (Y recordemos a quien deben todo los partidos). Además, los sindicatos tienen más de 30.000 “liberados”: esto es, gente que cobra unos 3.000 euros al mes- y más- por tocarse los cojones. Se supone que estos liberados del trabajo y el sufrimiento del trabajador son quienes defienden los derechos de los trabajadores
No creo en el Estado.
Ni en que democracia sea poder votar a cuatro años al partido A o al partido B.
Seguro que Zaplana vive más tranquilo y gana más pasta desde que dejó el Gobierno y entró en Telefónica.
Sólo puedo creer en que al pueblo soberano se le inflen los cojones y salga a las barricadas de una puta vez.
Pero propongo alguna medida anticrisis, para que no me digan que todo es criticar.
– Bajar el sueldo máximo de cargos públicos a 3.000 euros (¡quien los pillara!)
– Prohibir que los políticos se suban el sueldo cuanto quieran. IPC como mucho.
– Acabar con las pensiones vitalicias de diputados y gente de similar ralea.
– Dar la ayuda de 421 euros a los miembros del Gobierno y sortear los sueldos de estos entre parados de larga duración.
0 respuestas a «Medidas anticrisis»
Me gustan las medidas propuestas, pero desde el Gobierno, si las escucharan, dirían que es «el chocolate del loro». ¿Alguien recuerda esa frase?
La demagogia es un buen combustible cuando las cosas pintan mal para la gente. Lánzate a las calles, megáfono en mano, y que arda todo!
Demagogia, según la R.A.E:
1.- Práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular.
2.- Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.
Yo diría que demagogia son los 421 euros.
Un parado al que se le ha acabado el subsidio de desempleo, que no tiene acceso al «regalo» de la ayuda de 421 euros y que no encuentra trabajo, no puede hacer demagogia.
La barrera que hace que el pueblo soberano (con los cojones suficientemente inflados ya) no se lance a la calle son los sindicatos, que hacen una labor de contención mucho más efectiva y sutil que cualquier fuerza del orden. Da vergüenza como han vendido a la clase obrera.
Pues yo ahora creo, más que nunca, en el Estado.
Más concretamente, en un Estado corporativo nacional sindicalista. Y en la nacionalización de la banca, y en lucha por la patria, el pan y la justicia.
¡Presente!
Patria, la que yo quiera. Pan, el que yo me gane, y Justicia…la que menos impuestos cueste.
Para – : Vale, pero crees en un Estado que no existe. El que tenemos no se parece en nada a ése. A mí lo de la patria me sobra. Con tener un Estado que no esté cargadito de subsecretarios del subsecretario, asesores, coches oficiales, y demás prebendas, me daba con un canto en los dientes
Para borntobefree: ¿ Justicia…la que menos impuestos cueste? ¿Es suficientemente barata la ordalía, (http://es.wikipedia.org/wiki/Ordalía) o en cual pensabas?
Bueno, la ordalía no es muy diferente de lo que tenemos ahora. Yo, personalmente, llevo dos años y medio- y lo que te rondaré morena- esperando que salga el juicio por el impago de pensión de alimentos de mis hijos. Y no tengo ninguna fe en que, cuando salga, el Estado pueda obligar al deudor a pagar lo que debe a sus hijos. Por supuesto, no recibo absolutamente ninguna ayuda del Estado para mantener a mi familia, ni una miserable deducción en los pagos de cuotas del polideportivo.
Si un Ayuntamiento te levanta por la cara un terreno que es tuyo- sucede con una frecuencia pasmosa, los concejales tienden a encapricharse con lo que no es suyo y tienen las armas para quedárselo-, debes ser rico para poder aguantar los gastos judiciales durante los AÑOS que tardará la bendita Justicia en resolver el caso. Si andas con lo justico para vivir, te encontrarás con que las Administraciones Públicas pueden robarte impunemente- y hablo de robos, no de expropiaciones: las expropaciones, bien o mal, se pagan.
Tengo anécdotas con la Justicia- todas penosas- como para escribir una enciclopedia. Algún día lo haré.
Marisol, estoy totalmente de acuerdo contigo en que las experiencias, absolutamente todas, con la Administración de la Justicia son penosas, caras, y lo menos malo que puedes decir de alguna sentencia es ¡a buenas horas mangas verdes¡… pero sólo con pedir que sea barata, o rápida no vamos a mejorar nada…Realmente es que está complicado «meterle mano» a la Administración de Justicia.
Por favor, escribe las anécdotas con la Justicia.
Tendré que contarlas con seudónimo, porque todavía tengo cuestiones pendientes en los mismos juzgados que han tomado decisiones de un surrealismo daliniano. Me he puesto varias veces a ello, pero nunca acabo de escribirlo, porque me hago mala sangre y sufro mareos kafkianos. Y total, para qué.
No, hacerse daño no. Solo si se está del humor propicio. Buena suerte con los asuntos pendientes.
El socialismo es una bonita milonga que gusta a todos, pero que vive de fabricar pobres para luego subsidiarlos miserablemente.( acordaros de la unión soviética) ¿ Porque no pensamos antes de votar?
Si pensáramos, sí que empezaría la verdadera revolución. A los políticos no les interesa que pensemos, ni a los medios de comunicación, ni a los curas… el poder no quiere ideas, sino gente sumisa y obediente. Manipulan la información, nos mantienen entretenidos, ociosos, dormidos. Mientras seguimos a la sopa boba, ellos piensas a largo plazo, controlando la educación y la cultura, los periódicos, la televisión Su labor primordial consiste en mantenerse en el poder cueste lo que cueste, en asegurar su Casta Política.
En este país donde la excelencia no existe, porque se ha convertido en un término fascista; donde los mejores científicos, profesores, investigadores, tienen que emigrar al extranjero porque el dinero se gasta en pistas de monopatín en los ayuntamientos. En un país donde nadie habla de competitividad porque es excluyente, donde la cultura está más cerca de los bares que de las bibliotecas, ¿cómo podremos mantener nuestro mercado productivo?. ¿ Invertirá una multinacional (esos capitalistas de mierda, para muchos), en un país con mala formación, con no sé cuantas fiestas, puentes, vacaciones, bajas laborales en el nivel más alto europeo, poca formación del personal, liberados sindicales e impuestos altos?
Aunque no nos lo creamos, España se puede convertir en la nueva Italia, o la nueva Argentina. (No sé si es peor un país controlado por la mafia o arruinado). Es hora de poner remedio. El clientelismo es el cancer con el que los poderosos extienden su poder, y mientras, los más pobres, los más humildes, los que tienen menos posibilidades, siguen creyendo que el maná vendrá de esa pandilla de jerifaltes.
Sigamos permitiendo subsidios, subvenciones, funcionarios, corrupciónes, clientelismo sindical… Sigamos tomando somníferos todas las mañanas, y dejando pasar la vida. Una vida que no es nuestra, que está vendida.
¡Es hora de despertar, es hora de pensar!