El siguiente archivo sonoro recoge el último discurso que pronunció el Presidente de la República Española, Manuel Azaña. Fue pronunciado en el Ayuntamiento de Barcelona el 18/07/1938 y es el extracto final de un discurso que dura aproximadamente 70 minutos, y que recientemente fue restaurado y digitalizado por Radio Nacional de España.
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«…ni voy a aplicar a este drama la simplísima doctrina del adagio, de que `no hay mal que por bien no venga´. No es verdad…no es verdad. Pero es obligación moral, sobre todo de los que padecen la guerra, cuando se acabe como nosotros queremos que se acabe, sacar de la lección y de la musa del escarmiento el mayor bien posible, y cuando la antorcha pase a otras manos, a otros hombres, a otras generaciones, que se acordarán, si alguna vez sienten que les hierve la sangre iracunda y otra vez el genio español vuelve a enfurecerse con la intolerancia, y con el odio y con el apetito de destrucción, que piensen en los muertos y escuchen su lección: la de esos hombres, que han caído embravecidos en la batalla luchando magnánimamente por un ideal grandioso y que ahora, abrigados en la tierra materna, ya no tienen odio, ya no tienen rencor, y nos envían, con los destellos de su luz, tranquila y remota como la de una estrella, el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: paz, piedad y perdón».
-Han oído ustedes el brillantísimo discurso del Excelentísimo Señor Presidente de la República Española, Don Manuel Azaña.