Miguel Pérez de Lema
La historia -esa cruel madrastra- contempla al político, casi con compasión, pero sin dejar de tomar apuntes de cada uno de sus gestos.
La historia es un interminable laberinto lleno de tramposos espejos y nunca sabemos en qué recodo va a quedar fijada nuestra imagen ni somos capaces de saber su significación futura.
El político se siente llamado por la historia y sale con su gran plan, su cosa cosa, se siente cumplidor de un destino, y prepara su mejor perfil para el flashazo de la historia. Su perfil de acuñar monedas.
Sólo que la historia ese día no trabaja, el plan no sale, la cosa se pudre y el político se queda como perdido, buscando su imagen en el laberinto de los espejos deformantes.
Ay, Juanjo, cómo imaginar que al final de tanta soberbia tu instantánea en el libro de la historia sería ésta.
0 respuestas a «Retrato histórico»
Qué bueno y qué cruel.
Regla número uno: muchos son los llamados, pocos los elegidos.
Y cuando le vean llegar, en otros planetas, le diran:
E-Spock english? Ez, euskera.