Miguel Pérez de Lema
Tenemos aprendido que la iglesia católica está perdiendo el sitio por haberse quedado antigua en sus formas y mensajes. Pero yo creo que lo que la ha perdido ha sido el renunciar a su viejo sentido del espectáculo. Ni autos de fe, ni conversiones masivas, ni monjas que vuelen, ni exorcismos de endemoniados. Nada. Dios se aburre en su propia misa.
Porque Dios es el gran entertainer del Universo y nada le gusta más que mostrar su poder, su ira y su gracia infinitas, con sentido del espectáculo. No hay más que recordar los super éxitos de crítica y público de su hijo, cuando predicaba a la multitud y sanaba a los leprosos y resucitaba a los muertos y multiplicaba los panes y los peces. Y qué decir de Moisés separando las aguas del mar Rojo con su cayado. O del puro poder divino asolando Sodoma. Auténticas super producciones.
La jerarquía debería ver esta performance del predicador Benny Hin, devolviendo a la religión a su lugar de honor entre las artes escénicas. Con «doble porción» de poder de Dios.
Y tan contentos que se van para casa.
[youtube]MjPIdaG5mKQ&feature[/youtube]
0 respuestas a «Poder de Dios»
jeje, no te rías, que seguro que si tú y yo nos metiéramos en una de esas reuniones para informar a nuestros fieles lectores, acabábamos en el suelo como el que más: es cuestión de fe.
Estoy totalmente de acuerdo en que Dios se aburre en su misa. Ya lo dijo la Comandante: «La Iglesia tiene un problema de marketing. Intentar hacer proselitismo mostrando a un hombre muriendo en la cruz no es la manera de llegar al público del siglo veintiuno. Unos buenos video-juegos de Cristo matando herejes y ya verías como se acababa la crisis de fe» (Extracto de Seduciendo a dios)
.