por hijadecristalero
Con frecuencia mis amigos macho me dicen que el hombre está perdido porque de repente las mujeres también ganan dinero y hacen cosas de hombre.
¿Y nosotras?¿En qué referente podemos mirarnos?¿Acaso no estamos también perdidas? Cuando un leal proscrito el otro día aseguraba en mi cocina que las mujeres vivimos más porque vivimos mejor que los hombres, me dieron ganas de salir volando en la escoba.
Como mi madre, yo voy a la compra y hago la comida, pongo las lavadoras, voy a la oficina, regaño y castigo y me como los hijos a besos. Pero me despierto en mitad de la noche a fumar y pensar de dónde voy a sacar el dinero como hacía mi padre, que era el que la tenía contratada como secretaria. Y no me sé el precio de las lechugas, pero sé negociar con el banco para que me quite comisiones y zarandajas.
Hablo a pecho descubierto con mis hijos porque creo que mi misión es enseñarles todo lo que sé, porque tengo edad suficiente de saber lo que es una tierra en barbecho y una semilla. Pero no voy a verles a los partidos (y creo que ellos lo agradecen)
Cocino con devoción porque creo que si cocinas con amor, éste germinará en los comensales, y con frecuencia tengo a amigos sentados a mi mesa.
Pero paso las noches sola.
Sólo tendría que hacer una, a lo sumo dos llamadas, para dejar de estarlo.
Cuando lo necesito, llamo, salgo y vuelvo a las pocas horas.
Casi nunca me quedo a dormir en el lugar del crimen.
Y en los rincones de mi piso se acumulan las pelusas, y en las esquinas del techo, las telarañas cómplices de la chimenea, y en la tabla de planchar, la ropa; y en la entrada, los sobres llenos de facturas. Y hablo con los mecánicos y taladro las paredes.
Y sé hacer bizcocho.
¿Soy una mujer?