80.000 familias ya han dejado de devolver a su entidad financiera lo que les prestó en su día para la adquisición de una vivienda con garantía hipotecaria.
Los datos se extraen a partir de una cifra publicada por el Banco de España. Hasta el tercer trimestre del año pasado -últimos datos publicados-, la morosidad hipotecaria vinculada a la compra de una vivienda ascendía a 11.003 millones de euros. Esto supone un aumento del 264% respecto del año anterior, lo que da idea de la velocidad que ha cogido el ritmo de deterioro de la capacidad de pago de las familias. En términos relativos, esto supone el 1,86% del volumen total de créditos concedidos por la banca con ese fin, casi el doble del 1% que se registraba al comenzar el año pasado.
Teniendo en cuenta que el préstamo hipotecario medio -datos de Estadística- se sitúa en 135.202 euros, eso significa que la dudosidad bancaria afectaría a 81.382 préstamos hipotecarios. El Banco de España califica los créditos como dudosos cuando se han dejado de pagar tres recibos. Transcurrido ese tiempo, pasan a considerarse sus titulares como morosos.
Esa cifra, sin embargo, hay que corregirla por varios factores. El principal de ellos es que muchas de las familias que hoy no pueden pagar la hipoteca han satisfecho recibos anteriores, por lo que necesariamente el capital pendiente de pago tiene que ser inferior al préstamo. Esto quiere decir que si el capital pendiente de pago asciende a 100.000 euros como media, se estaría hablando de una morosidad que afecta a 110.000 familias que hoy no estarían en condiciones de pagar el recibo al banco o la caja de ahorros correspondiente.
(Fuente: El Confidencial)