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Discípulos, 2

por artistadesconocida
Fotografía en contexto original: zonalibre

El viejo lobo y yo somos la misma cosa.
Pero distinta.
Él ya tiene los colmillos desgastados,
los míos todavía rasgan músculos de una dentellada.

Él tiene la sabiduría que a mí a mi falta.
Junto a su cuerpo me aovillo,
a él me someto.
Lamo la sangre de sus heridas y le escucho en silencio.

Después,
la noche,
el viento.
La libertad.

El joven lobo y yo somos la misma cosa.
Pero distinta.
Él es el más veloz de su camada,
yo soy la voz de la manada.

Él tiene los músculos que a mí me faltan.
A su cuerpo me ofrezco,
le enseño todo lo que sé.
Lamo la sangre de sus heridas con mis palabras.

Después,
la noche,
el viento.
La libertad.

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