por hijadecristalero
Fotografía en contexto original: mattoblum
A María del Saliente un juzgado de Jaén la ha condenado a 45 días de cárcel y un año de alejamiento de su hijo de 10 años, un niño difícil, rebelde y vago, según todos los familiares. Madre e hijo son sordomudos.
Al parecer el chaval miente a la madre, ella le pregunta si ha hecho los deberes y él por sistema le dice que sí. A mí me pasaba lo mismo con mi hija el año pasado: yo llegaba de trabajar a las nueve de la noche, y ella siempre me decía que los había terminado. Después llegaban las notitas de los profesores diciendo que nunca los llevaba hechos.
Ah, claro, es que deberías haberte puesto a revisar los deberes de tu hija cuando llegabas de trabajar, podrá decir la gente que cree que la vida es como los anuncios de la tele. Sí, claro, y cenar a las doce todos los días.
Y una mierda.
La vida es dura.
Mi abuela a su edad estaba sirviendo. Mi hija tiene que aprender a cumplir su obligación sin que su mamita se siente cada noche a hacer los deberes con ella. Porque mamita no estará en su trabajo, en sus romances, en sus relaciones sociales, mamita no podrá sacarle las castañas del fuego siempre.
Cuando yo llegaba de trabajar tenía que hacer la cena y algunas noches, hasta planchar.
Y si no trabajo, no comemos.
Las madres somos seres humanos, convivir con los niños es estar todo el día ejerciendo de sargento, de juez, de enfermera, y a veces con ellos no valen explicaciones, y a veces parecen estar pidiendo a gritos una bofetada. Y a veces una bofetada es mano de santo para demostrar quién tiene la autoridad. Y tienes que hacerles entender que tú eres la única persona que puedes dar una bofetada en la casa: tú estás al mando, y ellos obedecen. Así es la cosa. Y si no lo sabes, peor para ti.
¿Por qué? PORQUE YO LO MANDO. Si consigues que entiendan lo que eso significa, te ahorrarás muchos disgustos y muchas bofetadas.
La familia no es una democracia, los padres tenemos una responsabilidad con nuestros hijos. Pero si el Estado no me deja dar una bofetada a mis hijos cuando hace falta, que no me pida luego que no roben en el Corte Inglés, no rayen los coches por diversión, no rompan escaparates a pedradas o que voten en las elecciones, trabajen y paguen impuestos.
Si un hombre viola a su propia hija, los juzgados le permiten seguir en libertad.
Si una madre da una torta a su hijo para intentar encarrilarle y tiene la mala suerte de que el chaval se dé un golpe, la justicia la condena a vivir un año alejada de su hijo.
A ella y a su hijo. Sordomudo. Problemático.
Lo condenan a vivir un año sin el amor de su madre.
Joder.
Que venga la Guardia Civil a detenerme: el otro día le di en los morros a mi hijo de 15 años por decirme vete a la mierda.
——
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0 respuestas a «Una bofetada a tiempo»
La verdad es que alucino con la defensa de la bofetada que se hace en este artículo. ¿Se nos está yendo la olla?
No me meto en la situación personal de quien escribe el artículo. Pero sólo leyéndolo se da uno cuenta de que algo no funciona en esa casa. Y las justificaciones que da y los argumentos son penosos. Lamento que esto se publique aquí.
Difícil es siempre la labor de ser padres… difícil es acertar que manera de tratar a los hijos es la adecuada , por muy bien que nos creamos que lo estamos haciendo
nunca es así y en realidad, creo que no hay una manera ideal…. Ni tan si quiera los “expertos” son poseedores
de la técnica pues, no existe. Nosotros, los padres
somos cuidadores de esos seres y les hacemos compañía
en el transcurso de su evolución, les intentamos hacer
ver lo que nosotros ya hemos visto, experimentado
sufrido… pero estos datos al igual que cuando nuestros padres –cuidadores- nos los transmitían a nosotros, no
les sirven de nada pues sus mentes no están preparadas
a esas edades para admitir/asimilar experiencias que no hayan sido vividas propiamente, el cerebro no tiene esa capacidad. Si por circunstancia ellos se ven envueltos
en alguna de esas vivencias desagradables o impactantes, entonces es cuando les cambia el chip automáticamente y
el cerebro se activa anticipadamente y ven los cosas y
las reflexionan tal y como son… con otra “sensatez”.
Cada padre conoce a su hijo- o al menos relativamente-
y solo este puede encontrar la forma de ayudar al hijo
en este difícil trayecto de sus vidas, cada hijo es distinto y distinto debe ser el proceder de los padres hacia ellos. No existe un manual genérico.
Y un sopapo puede ser igual de bueno como lo es un beso o un abrazo….. cuando corresponda.
La situación personal de quien escribe el artículo es la situación de todos los padres de este país: la madre tiene que trabajar porque si no, no llega el dinero para comer.
Y no es nada nuevo.
Antes no trabajaba la madre: trabajabann los hijos desde muy tierna edad: 11, 12, 13 años. Excepto en las clases altas. Quizá Javier pertenezca a ellas.
No hay algo que falle en «esa casa». Hay algo que falla en la sociedad, en el sistema.
Los profesores de instituto piden bajas por depresión porque los alumnos no aceptan la más mínima disciplina, cada día tenemos noticias de agresiones por parte de los alumnos- e incluso de los padres- a los profesores.
Mucho me temo que Javier no tiene hijos, y es como los curas que hablan de sexo.
Que tiren la primera piedra quien tenga hijos mayores de diez años y nunca, jamás de los jamases le hayan dado un sopapo a sus retoños.
Y por supuesto: además de una bofetada de uvas a brevas, hay que abrazar y mucho y muchas veces a los hijos. Una cosa no quita la otra.
Para quienes no llegásteis a tiempo de verlo, quizá esto os ayude a entender de qué estamos hablando. Son las declaraciones de un juez de Granada que se ha hecho famoso por lo pedagógico de sus sentencias: ver video
Impresionante y antidemocrático documento el que se cuelga en esta web. Parece mentira que los moderadores de este blog o quien esté a cargo de esta sección permita que aparezcan comentarios tan deleznables.
Para Marisol, nunca he puesto y nunca pondré una mano encima a mis hijos. Cuando haga eso, habré perdido toda mi autoridad (no confundir con autoritarismo, por favor!!). Increíble!!
A los escandalizados comentaristas: antes de hacer juicios de valor sobre este tema, conviene ver y escuchar el vídeo que propone Marisol.
En el artículo no se defiende la violencia física como método educativo sino la responsabilidad de los padres de poner límites claros a la desobediencia y la falta de respeto a su autoridad. La familia no es una democracia. Si el menor no aprende en el seno familar que sus excesos pueden ser castigados incluso con la fuerza física, es muy probable que lo aprenda de adulto a manos de la policía y los jueces.
Una bofetada a tiempo puede evitar futuras condenas. Y en ambas instancias, la familiar y la social, lo importante del castigo es la justicia y la proporcionalidad de su aplicación. Hacen falta muchos actos de amor y entrega paternal para ganarse la autoridad de poder dar una bofetada. Cuando es oportuna, el menor lo sabe.
En cuanto a la situación legal, al igual que en el caso de la violencia de género, se ha abierto la caja de pandora de la intrusión excesiva del estado en el ámbito familiar a petición de una de las partes, sin presunción de inocencia para la otra.
Horror. Vuelve ataque de los hociquitos arrugados.
¡Antidemocrática!
Con la que está cayendo.
No creo que en ningún momento aquí se haya fomentado el hecho demaltratar a un hijo. Estoy convencida que en casa de Mari Sol como en la mía , hay democracia hasta para el perro…. en el resto de loshogares, no lo se… supongo que también ..No hablamos de un puñetazoen la boca , no tendríamos que hablar tampoco de una bofetada o sopapo,
es verdad , pero somos seres y como tal, a veces nos equivocamos.El golpe, que en un momento dado puede ser sustituido por agarrarlede los hombros y darle una pequeña sacudida como si de un oso de peluche se tratase, puede ser útil (para ambas cosas yo debería subirme a un taburete pues mi hijo con 14 años mide 1’93) con cual, prefiero
dejar que pase la tormenta y después recapacitamos.
Democracia para todos es lo mas bonito del mundo, pero un hogar, noes un partido político, es eso, un hogar y tiene su política internagestionada por los padres- en el caso de Sol y el mío, solo por la madre-esto supone un gran esfuerzo. Hay padres que ni se les pasa por la cabeza la idea de la bofetada pero en cambio, tienen a sus hijos frustrados pues
la política que emplean es puro régimen…. No se les permite utilizarlas zonas comunes de la casa, en tu cuarto todo el día, lleva el pelocorto porque lo digo yo, no sales porque lo digo yo , eres un mierda, no vales nada… vaya juventud que estáis hechos … (este trato es muy generalizado)
y este si deja huella de por vida y en cambio, nadie habla de ello, o casi nadie….será porque es el correcto??? En otros casos los padres son tan democráticos que no les importa un carajo sus hijos y les dejan hacer lo
que les salga del culo- y si es fuera de casa mejor- y así vivir democráticamente todos.
Lo ideal es motivar a los hijos, hablarles y demostrarles que se confía en ellos para que ellos confíen en sí mismos, pero ellos deben demostrar a la vez, que merecen esa confianza. Hacerles ver que el hogar y los miembros que formal este, se deben respetar y cuidar entre sí. RESPETO
es la poción mágica para toda relación… pero la medida exacta es difícil de conseguir. Recuerdo que tan solo una vez mi padre me dio una bofetada una noche -creo que la merecía-. El se levantaba a las 3 de la madrugada
para ir a trabajar y fue a mi cama, yo me desperté pues escuché alguien llorar a mi lado, me desperté y era él que venía a pedirme perdón antes de irse a cumplir con la dura tarea de descargar cajas de pescado al central.
Jamás odie a mi padre por ello, ni me dejó trauma, aquel acto cambió elconcepto que yo tenía de mi padre y de la vida , pero nunca para mal.
Siento lo extenso del texto y , seguro que estoy equivocada en todo…
Bueno.., como casi siempre, lo importante es el equilibrio y.., como casi siempre.., el equilibrio es muy difícil de lograr.
Javier y Juan.., estáis exagerando en vuestra valoración del artículo de fondo. Yo tampoco lo comparto,- nunca he puesto la mano encima de ninguno de mis cuatro hijos -, y mira que a veces se han puesto pesaditos pero.., siguiéndoles su ritmo en cada conflicto que creaban.., he conseguido llevarlos al huerto y estoy convencido que he acertado con esta dinámica pues son mayores y fantásticos. Bueno, no voy a hacerles el marketing.
Ahora.., si me pongo en el lugar de una madre trabajadora y ama de casa, desquiciada por las presiones económicas, sociales.., sin tiempo para hacer algo que le guste y encima aguantando a unos salvajillos.., desconsiderados y caprichosos…, bueno.., comprendo que pierda los nervios.
Evidentemente.., con la primera bofetada dada a un hijo.., has perdido la entrañabilidad que subyace entre el adulto y su hijo o hija. Te van a querer.., pero no de esa forma tan intensa que hace que te reclamen en cada momento pues tu compañía es lo más.., para ellos.
Marisol.., un abrazo a un hijo cuando hubo horas o días antes una bofetada.., es un paliativo más desconcertante que terapeutico.
Resumiendo: Sin demonizar al padre o madre que muy de vez en cuando se le va la mano.., mi recomendación es que no lo hagan nunca. La autoridad se logra con el ejemplo.., con el cariño y atención continuada. La bofetada lleva al miedo.., a la mentira.., a la ocultación y.., no son cosas positivas.
No deja de sorprenderme el alboroto que se produce por una bofetada, cachete, sopapo.
Por supuesto que no defiendo con mi artículo los malos tratos sistemáticos, ni los puñetazos, ni las palizas… Que la corrección política no os impida ver el bosque.
Tampoco deja de llamarme la atención que, quienes dicen que nunca han puesto la mano encima a sus hijos, sean hombres, es decir: padres. No les conozco personalmente, pero me jugaría al cuello a que jamás se han encargado de trabajar, hacer la comida, la casa y llevar la educación de los hijos, todo a la vez.
Y Gran Carabin, la madre trabajadora y ama de casa no es una extraña especie que viva en exóticos parajes nunca hollados antes por el ser humano. La madre trabajadora y ama de casa es el 98% de las mujeres que yo conozco.
Ser madre no es atenuante. Soy padre soltero con 3 hijas a cargo (17-14-12) y si me he pasado alguna vez no voy buscando excusas, lo lamento sencillamente. Querer dominar ya es un signo de violencia.
¡Por dios, qué es una bofetada!
Creo que todo el mundo tiene claro que una bofetada no es el mejor sistema para educar a un niño, pero de ahí, a rasgarse las vestiduras, me parece francamente exagerado.
Lo que sí es realmente alarmante, y creo que nadie ha hecho hincapie en ello, es que un juez, se atreva a condenar a un año de carcel a una madre por estos hechos. Si nos da por condenar a la gente por no saber educar a los niños, no habrá cárceles en España para tanto culpable. Porque, que yo sepa no se trata de malos tratos o algo verdaderamente grave sino de un «tortazo» de esos que nos han pegado a todos en algún momento de nuestras vidas, y aquí estamos todos vivitos y coleantes, no.
Y respecto al juez, ¿no es más condenable, el pasotismo, la indeferencia, el maltrato psicológico, el desinterés, los caprichos, los chantajes emocionales, la sobreprotección, la utilización, la despreocupación, el desconocimiento, el silencio, la apatía, la falta de afecto con la que muchos padres educan a sus hijos, que una simple bofetada en un momento de descontrol?.
Por desgracia, hacer un niño es algo muy simple, pero educarlo, es una labor maravillosa, pero increiblemente dificil, y en muchos casos, los padres ejercen su responsabilidad (algunos ni siquiera la tienen) con un desconocimiento absoluto de las pautas a seguir para educar a sus niños. Y si nos da por tirar de la madeja, nos toparemos con el gran problema de ete país, la educación. De los niños, de los padres y de los jueces.
Percibo cierta confusión entre poder y autoridad. La bofetada suele ser la poderosa expresión de la falta de autoridad. Pero no seré yo quien alce la voz o la mano, porque no estoy libre de culpa.
Supongo que todo el mundo conocerá este mail genial que deambuló por la red el año pasado. Me parece que viene al pelo para este asunto:
13 diferencias entre 1977 y 2007
Tienes que hacer un viaje:
· Año 1977: Viajas en un avión de Iberia, te dan de comer y te invitan a lo que quieras de beber, todo servido por azafatas espectaculares en un asiento en el que caben dos como tú.
· Año 2007: Entras en el avión abrochándote el cinturón de los pantalones que te han hecho quitar para pasar el control, te sientan una butaca en la que si respiras profundo le metes el codo en el ojo al de al lado y si tienes sed el azafato te ofrece una carta con las bebidas y sus precios subidos un 50% porque sí. Y no protestas por si acaso cuando aterrizas te meten el dedo más largo del mundo por el culo para ver si llevas drogas.
Manolo tiene pensado ir al bosque después de clase, según entra al colegio le enseña una navaja a Pancho con la que pretende hacer un tirachinas:
· Año 1977: El subdirector lo ve y le pregunta donde las venden, y le enseña la suya, que es antigua, pero más buena.
· Año 2007: La escuela se cierra, llaman a la guardia civil y llevan a Manolo al reformatorio. Antena 3 y Tele cinco presentan los informativos de las 15:00 desde la puerta del colegio.
Disciplina escolar:
· Año 1977: Hacías una putada en clase. El profesor te metía dos buenas hostias bien merecidas. Al llegar a casa tu padre te arreaba otras dos.
· Año 2007: Haces una putada. El profesor te pide disculpas. Tu padre te pide disculpas y te compra una moto.
Fran y Marcos se reparten unos puñetazos después de clase.
· Año 1977: Los compañeros los animan, Marcos gana. Se dan las manos y terminan siendo colegas en los billares.
· Año 2007: La escuela se cierra, Tele cinco proclama el mes antiviolencia escolar, el periódico 20 minutos titula a cinco columnas el asunto y Antena 3 aposta de nuevo a Matías Prats en pleno temporal frente a la puerta del colegio para presentar el telediario.
Jaime no para quieto en clase. Interrumpe y molesta a los compañeros.
· Año 1977: Mandan a Jaime a ver al director y éste le echa una buena bronca. Vuelve a clase, se sienta en silencio y no vuelve a interrumpir más.
· Año 2007: Se le administran a Jaime grandes dosis de Ritalin. Se transforma en un zombi. La escuela recibe una subvención por tener un discapacitado.
Luis rompe el cristal de un coche en el barrio; su padre saca el cinturón y le pega unos buenos latigazos con él.
· Año 1977: Luis tiene más cuidado la próxima vez, crece normalmente, va a la universidad y se convierte en un hombre negocios con éxito.
· Año 2007: Arrestan al padre de Luis por maltrato a menores. Sin la figura paterna, Luis se une a una banda. Los psicólogos convencen a su hermana de que el padre abusaba de ella y lo meten en la cárcel. La madre de Luis se enrolla con el psicólogo. Mercedes Milá abre la final de Gran Hermano con un discurso relativo a la noticia.
Juan se cae mientras echaba una carrera y se araña en la rodilla. Su profesora, María, se lo encuentra llorando al borde del camino. María lo abraza para confortarlo.
· Año 1977: Al poco rato, Juan se siente mejor y sigue jugando.
· Año 2007: María es acusada de perversión de menores y se va al paro. Se enfrenta a tres años de cárcel. Juan se pasa cinco años de terapia en terapia. Sus padres demandan al colegio por negligencia y a la profesora por trauma emocional, ganando ambos juicios. María, en paro y endeudada, se suicida tirándose de un edificio. Cuando aterriza, lo hace encima de un coche y también rompe una maceta. El dueño del coche y el dueño de la planta demandan a los herederos de María por destrucción de la propiedad. Ganan. Tele 5 y Antena 3 producen juntos la película y definitivamente el plató de los informativos ya queda emplazado en medio de la calle.
Se pelean un niño blanco y un niño negro por llamarle chocolate.
· Año 1977: Se dan de tortas se levantan y cada uno a su casa. Mañana son amigos
· Año 2007: Tele5 envía a sus mejores corresponsales. Antena 3 prepara un reportaje de esos de a fondo donde un gran equipo de periodistas pasan un día en un colegio con niños. Se emiten programas documentales sobre pandilleros y odio racial, las pseudo juventudes hitlerianas fingen revolucionarse al respecto y el Gobierno instaura nuevas leyes y le pone un piso a la familia del negrito.
Pedrito, 19 años, gran fama de macarra ganada a base de horas en los futbolines, chupa de cuero con piezas metálicas de mecheros engarzadas y Derbi FDS trucada; se folla a Sara, quinceañera hiperdesarrollada que ya despunta entre sus compañeras de barrio.
· Año 1977: Pedrito es el AMO.
· Año 2007: Tras un linchamiento público a nivel nacional, con especial ensañamiento por parte de algunos tertulianos televisivos habituales y ministras progres, Mercedes Milá consigue restaurar la pena de muerte en España. Pedrito tiene el honor de ser el primer condenado a muerte por la nueva ley con carácter retroactivo.
Relación habitual entre padre e hijo:
· Año 1977: Le pido dinero a mi padre para salir.
· Año 2007: Mi padre me pide dinero para apaciguar al banco.
Llega el 28 de octubre.
· Año 1977: Llega el día del cambio de horario de verano al horario de invierno. No pasa nada.
· Año 2007: Llega el día del cambio de horario de verano al horario de invierno. La gente sufre trastornos del sueño, depresión y amenorrea.
El fin de las vacaciones.
· Año 1977: Después de chuparse una caravana del copón con toda la familia metida en un seiscientos tras 15 días de vacaciones en la costa, se terminan las vacaciones. Al día siguiente se trabaja y no pasa nada.
· Año 2007: Después de volver de Cancún (tirando de VISA), en un viaje todo pagado. Se terminan las vacaciones y la gente sufre trastornos del sueño, depresión y seborrea.
Un sopapo, un empujón,un desborde accidental del ser humano,de padre a hijo,no es la mejor contención, pero lejos está del des-amor,es quizás un intento desesperado x encontrar un límite en esta finitud del hombre.Que caiga el juicio sobre el abandono, la indiferencia, la subestimación ,la mentira, la falta de caricias, sobre todo de «las lagrimas eternas» de sentir que no hay «nada» en el transitar la infancia que se parezca al dolor de estar solo.Mas allá del sopapo AMÉMOSNOS».Susana.
No creo que sea para tanto. Como sigamos melodramatizando con todo nos acabaremos convirtiendo en dramas andantes y nos perderemos todo lo de mas.
FELIZ NAVIDAD… JOU, JOU, JOU…. un bsito Marisol.
Pienso que se ha desorbitado el asunto,
los hijos hoy en día han perdido por completo
el respeto a TODO, padres, docentes, vecinos, autoridad…
Debe de existir el modo de cohabitar entre
el amor y la educación.
Una bofetada o un castigo de «vete a tu cuarto sin cenar»
no son malos tratos y quien sea padre es consciente de lo difícil que resulta educar a los hijos a partir de +- 10 años.
Yo estoy de acuerdo con la madre del post,
en casa tiene que haber una cierta disciplina
y algunas normas de convivencia que vayan pareja
con el amor inmenso que los padres tenemos
a los hijos.
Permitirles TODO no es quererles más, os lo aseguro.
Muy al contrario.
la irresponsavilidad de las humanas con sus crias es total (hijas y hijos )
dicen que te traen al mundo por amor ( generalizando )
el primer signo de violenzia es femenino
a las madres no les perdono que traigan hijos al mundo para morir por una mentira tradizional
mientras las madres eduquen a sus hijas y hijos la humanidad se mantendra al borde del abismo
hola soy vicente garcia galeote a mii amiga ana garcia ruiz le daban bofetadas por no atender en clase y la castigaban sin salir al recreo porque era muy mala y rebelde
Buenos días.
Sin hacer juicios de valor porque las formas son importantes en la educación pero menos que el ejemplo y la firmeza, traigo tres hechos reales relativamente recientes para que pensemos de dónde van a salir los dirigentes que el sistema tendrá en cinco años más.
Hace dos o quizás tres inviernos, en un hotel de Pamplona, abrí el Diario de Navarra antes de desayunar y me encontré con el siguiente titular: «El padre de Tafalla, absuelto de la denuncia de su hija».
Por lo visto el buen hombre se encontró a su hija de 13 años bebida y drogada a las tantas de la madrugada durante las fiestas de Tafalla y se la llevó a la fuerza a casa. La niña le denunció, hubo juicio penal y un juez le absolvió. Un jez valiente porque siempre hay gente dispuesta a saltar a la yugular en cuanto se les cuestiona. Desde la última reforma de Zapatero esa sentencia sería recurrible.
Aquella misma semana un juzgado de un pueblo de Alicante multó con 300 euros a un profesor por llamar «mastuerzo» a un alumno de doce o trece años.
El padre de la criatura denuncia al docente. Hay una vista por un juicio de faltas y al profesor es condenado y multado. Las penas de multa llevan aparejada la de prisión sustitutoria en festivos.
La siguiente semana, en una visita rápida a Barcelona, veo que toda la prensa del kiosko del Prat, a la salida del Pont Aeri, nos habla de un niño chino de 14 años que, castigado a salir al patio con 27º bajo cero, se muere de frío porque el profesor se olvida de él y al crío no se le ocurrió desobedecer.
A los pocos días, ante el clamor mundial, el China Daily nos informa de que el PC chino piensa que hay que humanizar algo las reglas de su sistema educativo.
Realmente no tengo muy claro si estamos en situación de esperar a que tengamos modelos cuantitativos realistas de conducta pero sé con certeza qué niños se van a llevar el susto de sus vidas en cuanto crezcan.
Personalmente creo que esto es resultado de una acción política destinada al destruirnos desde dentro. No hay otra explicación cuando todo sale mal y siempre en la misma dirección. El Azar no existe.