por Marisol Oviaño
No sé si a mis élites artísticas e intelectuales les gustará saber que la masa opina lo mismo que ellos: como en casita en ningún sitio y los sábados se han hecho para disfrutar. Esto es: de élite nada de nada.
Si los seguidores de los programas del corazón llegan a la misma conclusión que quienes pasan la vida leyendo y subrayando libros buscando comprender ¿para qué sirve leer?
¿Para qué coño servimos los escritores?
No soy especialista en calcular la cantidad de personas que hay por metro cuadrado, debíamos ser unos pocos cientos. La mitad estábamos allí con cámaras y la otra mitad repartía papeles con cositas que habían escrito. Había antisistema con rastas, algún antisemita con pancartas resobadas que deben sacar cada domingo al Retiro, ecologistas de juvenil alegría, y bastantes representantes de la clase media. Tal vez la variedad de los manifestantes sea lo más destacable de este evento: parecía estar representada una gran parte de la sociedad, aunque en un porcentaje irrisorio.
Ni un sindicato – empleados, echaos a temblar-, una tímida pancarta de Izquierda Unida que casi nadie podía ver por lo bajo que la habían colgado- en la base de una fuente-, como si quisieran estar allí pero que los jerifaltes no se enteraran; banderitas rojas con la hoz y el martillo- a estas alturas del partido-, pancartitas de andar por casa y consignas de lo más variopinto. El encargado de lanzarlas era un tipo de pelo corto y blanco al que debieron parir en una manifestación contra el franquismo, a juzgar por lo manido de su repertorio. A destacar aquella de a obrero despedido, patrón colgado (la coreaban los obreros de mi padre cuando hace veinte años ahorcaban su efigie de esparto y trapos y después le prendían fuego). La previsible el capitalismo es el terrorismo, y la más acertada no queremos que la salven, queremos que se hunda.
Los viandantes pasaban a nuestro lado y pocos, muy poquitos de ellos, se unían a la fiesta.
Los políticos y los bancos pueden respirar tranquilos: la revolución no llegará mañana.
Y pasadme una toalla, chicos, que estoy helada después de pasar tantas horas nadando.
0 respuestas a «Tras la manifestación contra el plan de rescate»
VALE, te paso una toalla y de estrangis un poco de crema de cuerpo chanel nº5, mientras te duchas te preparo una copa y cliento la cena, te guardo horas de escucha y buena conversación, o si no, una buena peli.
O el silencio, bendito silencio.
Una amiga, aquí estoy.
Yo esta tarde he salido a recorrer pinares, encinares y sotobosques en las inmediaciones de mi pueblo.
Te he cogido un puñado de sol radiante (en su punto: doradito y en biés), frescores de musgos y pinaza, verdor de márgenes recién segados y una media lilbra y mitad del vuelo de un par de azores sobre los alcaceles. Todo lo cual, bien envuelto en papel de estraza y de aluminio, he metido para ti en un tarro para que lo tomes cuando te apetezca.
Los escritores sirven para escribir. No más.
Los seguidores de los programas del corazón sirven para que los escritores podamos escribir (sobre ellos, de ellos, con ellos, contra ellos, cabe ellos, a costa de ellos, sin ellos, para ellos). No más.
La diferencia radica en el nivel de conciencia. La diferencia radica en la calidad de la presencia. La diferencia radica en el ejercicio de la responsabilidad. No más.
Antes de…hay quienes, algunos, muchos.. se manifiestan …auque parezca sorprendente , esto sucede entre chatos de vino, secadores de mano, limado de uñas, masaje , gimnasio y toallita al cuello… todos debaten , comentan ,opinan y quedan satisfechos de haber aportado su granito de arena en el asunto, ya sea a favor o en contra y, cada uno en su interior siente que es la leche, que es conocedor de cada respuesta de cada duda, que no hay nada que se le
pueda escapar que, si a él/ella le dejaran, sabría como poner solución al problema… soy la leche! El día de… bueno, la verdad es que aunque no me acerque a la manifestación, en realidad, son tantos los que asistirán que mi presencia es innecesaria , ellos estarán allí representándome y lo vamos a lograr entre todos..lo mismo piensa el otro y el otro y los demás y al final uno por el otro, y la casa sin barrer. Este comportamiento es de sobra sabido pero aun así , no deja nunca de sorprendernos…
Hace algún tiempo tuve un sueño demencial.
Soñé que andaba metido en la tercera guerra mundial.
Bod Dyaln