Arderé como este tronco,
sobre las brasas.
Arderé disfrutando del calor que te doy,
de la luz que ahora ilumina tu rostro.
Arderé amando las manos que caliento,
el valor que te provoco,
tu última mirada.
Arderé feliz
de haberte hecho feliz.
Arderé.
Y otro tronco arderá
sobre las brasas de lo que fui.
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Una corrección al texto:
árderé feliz de haberte hecho feliz.
Debió escribirse: Árdere feliz de
haberte hecho
La reiteración de feliz mata la idea. Ojo.
hum, no sé
¿arderé de haberte hecho?
¿haberte hecho qué?
A mí no me chirría esa repetición de feliz, que va al pelo para el «fui» del último verso. La felicidad del poeta es que el otro sea feliz.
Y no es «Árdere» sino «arderé».
Pero me parece maravilloso que haya alguien que se detenga a corregir un poema.
Me devuelve la esperanza en el ser humano. Gracias, Samuel.