por Marisol Oviaño
El hogar de la chimenea es de piedra, supongo que del granito que aquí hay por todas partes.
Ya he empezado a encenderla todas las noches. Sin su calor, no habría manera de escribir hasta las tantas. No encenderé la calefacción hasta que el termómetro marque temperaturas bajo cero, no puedo permitírmelo. Los niños se tapan con mantas para ver la televisión y no se quitan el forro polar ni para hacer los deberes, y yo procuro hacer comidas calientes y calóricas para que no estén pelados de frío.
Son tiempos difíciles, pero no por eso se pierde la alegría en nuestra casa.
Además, algo me dice que estas privaciones son la mejor escuela para formar a mis hijos. Como cualquier madre, deseo lo mejor para mis cachorros. Y la vida me ha enseñado que lo mejor no es concederles todos los caprichos y procurarles una existencia muelle en la que nunca tengan que arrimar el hombro o asumir responsabilidades. Lo mejor es enseñarles a superar los obstáculos que la vida, inevitablemente, irá poniendo en su camino.
Y, mientras, cada noche, cuando apago los ordenadores y la luz, me siento un rato frente al fuego y hago acopio de fuerza para seguir luchando un día más.
0 respuestas a «Ser madre (13)»
Veo que eres una súper-mama.., en el mejor sentido de la palabra. No todas las mamas tienen esa visión de la vida.., al contrario.., son muy pocas. Quizá las de antes ! O eso es lo que a mí me parece !
Mantener la entereza en tiempos difíciles.., y aún más.., transmitir alegría a los demás miembros de la familia.., haciendo que lo que no es agradable, lo parezca o, al menos.., intentando mitigar sus efectos negativos.., es digno de aplauso !
A ti te parece normal lo que haces pero.., lo habitual es la actitud de insatisfacción por todo.., trabajo.., compromisos.., responsabilidades…, todo esto no está pensado para una sociedad de mimados !
Enhorabuena y suerte.., que seguro que te la mereces !
Tus hijos necesitaran el forro polar hoy, pero el calor que les das les acompañará toda la vida