Por Marisol Oviaño
Fotografía en contexto original:caledoniawakeupcall
Como fumadora y bebedora, contribuyo a la economía de mi país.
Gracias a mí y a otros como yo, el Estado ingresa muchos millones de euros en impuestos. Además, ayudo a mantener cientos de miles de puestos de trabajo en las industrias tabaqueras y las alcoholeras y, de paso, garantizo al Estado que mi vejez no supondrá un agujero negro en los bolsillos de la Seguridad Social: no viviré 98 años, no iré de excursión con el Inserso a hacer gimnasia en Benidorm, no fijaré mi segunda residencia en las salas de espera de los ambulatorios ni me alimentaré de medicamentos subvencionados. No viviré treinta años a cuenta de las arcas públicas.
Leo que Evo Morales ha denegado a la DEA el permiso para sobrevolar su territorio. En las costas de Andalucía han apresado un alijo de 7 toneladas de hachís, la Guardia Civil cargaba los fardos mientras muchas personas- los mandaderos o mulas- les abucheaban a escasos metros. ¿Cuánto se gastan los diferentes países en perseguir el narcotráfico? Las cifras arrojan una conclusión incontestable: el consumo de drogas no es algo marginal. El ser humano se ha drogado desde la noche de los tiempos, y por mucho que se invierta en demonizar el asunto, seguirá haciéndolo.
Si se legalizara el consumo de drogas y el tráfico se convirtiera en honrado comercio- como el del vino, el tabaco o las videoconsolas, por ejemplo-, se generarían muchos puestos de trabajo, y todos aquellos que hoy trabajan en la sombra cotizarían a la Seguridad Social; disminuirían las actividades delictivas, las cárceles se verían libres de la mitad de su población reclusa, la Justicia podría zafarse de un peso muerto, los consumidores- que, seamos realistas, no son cuatro- tendrían alguna garantía sanitaria sobre lo que consumen y el Estado ingresaría muchos millones de euros en impuestos que podría dedicar a la las cosas que realmente importan. Eso sin contar con los beneficios sociales y laborales que obtendrían los países productores, que son, tradicionalmente, fábricas de inmigrantes.
Pero entonces, quizá los fabricantes de armas no encontrarían financiación para sus guerras y sus campañas políticas, los banqueros no se forrarían blanqueando dinero, e incluso puede que nos viéramos ante la extinción de los paraísos fiscales.
Y conste que quien escribe esto, es madre de dos niños a los que la cocaína- o la porquería con la que la cortan- ha dejado técnicamente huérfanos. Pero los árboles no me impiden ver el bosque.
0 respuestas a «Legalizar para recaudar»
Yo, para variar sigo comentando. Es cuestión que ya no sé si es legal o ilegal, que parecer lo parece, pero que no se si os merece.
Bueno, al tema…
Legalizar lo prohibido no implica aumento de su consumo y/o utilización.
La ética y moral, en particular y en general, no cambian por el simple acto de legitimación. Ellas, ética y moral, son el resultado de la inteligencia natural innata y de la cantidad y calidad de la cultura y enseñanza recibidas. Y probar lo prohibido, es en muchos casos, consecuencia directa de un desencanto con la vida que nos plantea o no, esta sociedad y sus dirigentes.
Lo legal, en ocasiones, tampoco nos garantiza que su uso y disfrute, mejoren la ética y moral personal y social. Implica, en lo mejor de los casos, opción y posibilidad, que es en definitiva, la libertad de elección del individuo.
Exijamos, sin más dilación y para la fortaleza ética y moral del individuo, una enseñanza y cultura adecuada a los tiempos, y un reparto igualitario de bienes y posibilidades más justo, ya que en esta sociedad, todos y cada uno, pero sin olvidar que somos nosotros los responsables inmediatos de nuestros actos y de nuestras decisiones. Y exijamos, también, a nuestros dirigentes sociales que canalicen adecuadamente el bienestar general y no el de unos pocos. Así, prohibir por prohibir… no implicaría probar por probar y las consecuencias que ello conlleva.
Esto que os adjunto, también puede ayudar al tema… que tu ya bien has contado Marisol.
http://www.liberalismo.org/articulo/131/53/diez/razones/legalizar/drogas/
Por último, y como recuerdo puntual, decir que la legalización o ilegalización no eliminará el desencanto de la juventud que busca en esas edades lo prohibido hasta la saciedad, pero por lo menos que lo hagan desde legalidad.
Y si podemos, seamos legales con nosotros mismos.
Saludos.
P.D.: Marisol, si se puede preguntar… ¿Cómo fue ese salto de trampolin?
PIcobufi: todavía estoy en el aire
Ahí van unas alas…
[…] los beneficios de la legalización de la marihuana no acabarían ahí, ya lo hemos comentado en artículos anteriores : pensemos que un elevadísimo tanto por ciento de la población reclusa está en la cárcel por […]