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General Lecciones de la vida

no culpable

por El Chota
Fotografía en contexto original: Anomeliesquenomentero
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Nos conocíamos desde hacía muchos años.
Armando era un hombre tranquilo, afable y generoso.
Para mí él no era diferente del carnicero, el pescadero o el frutero a los que compraba la comida para llenar la nevera. No era diferente del camarero que me ponía una caña o el bodeguero que me vendía una botella de ron.

Era mi proveedor de hachís. Gracias a él, podía dormir de un tirón sin tener que recurrir a las drogas que despachaban en las farmacias mujeres con bata blanca. Aquel día me lo encontré por casualidad en un bar y decidí aprovechar la feliz coincidencia.
– No tengo nada. Bueno,- me dijo bajando la voz- sí tengo, pero no puedo venderte: nos han robado mil kilos del almacén de Sevilla.
– ¿Y por eso no puedes venderme?
– Sí. Hemos parado todo.
– ¿Por qué?
– Porque así encontraremos enseguida al listo y podrán matarlo.
– Joder, lo dices como si fuera lo más normal del mundo- me estremecí.
Armando se encogió de hombros.
– Nosotros no podemos acudir a la Guardia Civil.

La siguiente vez que fui a verle, tres hombres habían muerto. Pero evité la tentación de sentirme cómplice de asesinato. Si de mí dependiera, Armando tendría una tienda, nuestras transacciones se harían a la luz del día y revertirían en Hacienda. Y su mayorista arreglaría las diferencias con su competencia en los juzgados.
No es a mí a quien beneficia esta clandestinidad.

0 respuestas a «no culpable»

¿os habéis fijado que ningún medio de comunicación hace una investigación seria sobre el asunto de las drogas? Nunca sabemos por qué siguen estando prohibidas (algunas) ni quien se forra gracias a la prohibición

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