Por Marisol Oviaño
Fotografía de Popeye
El señor Espuma, el señor Mesana, el señor Vela…
A lo largo de mi vida he conocido muchos hombres que soñaban con vivir en el mar. Hombres que tienen el título para navegar, hombres que se suben a un barquito a la menor oportunidad, hombres que entienden de vientos, de mareas y radares, hombres que sueñan con morir engullidos por las olas.
Pero, cada vez que surge la oportunidad de enrolarse y cumplir su sueño, buscan una mujer y tienen hijos que les atan a tierra. Se casan una, dos, tres, cuatro veces. Y cuando están entrando en la vejez con hijos en edad escolar, cuando desenredan mi pelo de timonel en la intimidad de mi camarote, me cuentan que ellos algún día vivirán en el mar.
Después, bajan a tierra.
Yo retiro la pasarela, suelto las amarras y les tiro un beso desde cubierta.
Y mis hijos y yo ponemos rumbo al horizonte, una vez más.
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POR ESO YO ELIGI EL ALIAS «PICOBUFI»…
PI-RATA
CO-RSARIO
BU-CANERO
FI-LIBUSTERO…
PERO LA VERDAD SEA DICHA… NO DEJO DE SER UN PIRATILLA – MARINERO DE SALON…
(TIERRA A LA VISTA….)
«JOPUTA DEL LORO… OTRA VEZ SE ME HA ESCAPAO»
Hombre, picobufi, has vuelto con ganas. ¡Bienvenido de nuevo!
Hola Marisol, nunca me fui o eso creo. Siempre he estado por aquí navegando, solo que como tu marinero de salon, más tiempo en tierra que en el barco.
Tu articulo y esa fotografia de Popeye me han removido las entrañas de mi pata de palo y me he destapado el parche de mi ciega mente y me he dicho… a navegar que son dos dias…
Ahora me he desmancado el garfio y te escribo para darte las gracias por tu saludo y para agradecerte tu buena memoria…
(Permiteme un muah… y es un placer saludar a la timonel de este grandioso galeón)