por artistadesconocida
Fotografía: David Luna
Tampoco la austeridad monacal de esta antigua casa de campo se parece en absoluto al paralelepípedo palacio de cristal en el que vive, referencia en todas las revistas de arquitectura y decoración de vanguardia. Él adora estos viejos muros irregulares, que mandó encalar de nuevo poco antes de que yo me trasladara aquí. Siempre que viene pasa la mano por las paredes con avaricia táctil.
Cuando se marcha, tengo la sensación de que nos ha follado a las dos: a la casa y a mí.