Peter Ugly
Mientras sus 1.600 compañeros van a la huelga para tratar de evitar que les rebajen el sueldo, él se refugia en Rumanía para emitir un informativo pirata y salvar su contrato (según XL Semanal TVmás, que se distribuye gratuitamente junto al diario ABC, Iñaki Gabilondo gana 2.000.000 de euros por temporada).
Leed.
Fuente: www.elconfidencial.com
Gabilondo se lleva el informativo a Bucarest para sortear la huelga de
trabajadores de Sogecable
Los 1.600 trabajadores que conforman la plantilla de Sogecable, empresa propietaria de Cuatro y CNN+, están en huelga. Y la situación es tan precaria, que las televisiones de PRISA han tenido que recurrir a extrañas piruetas para poder emitir con normalidad sus informativos. El último afectado, la estrella de la casa, Iñaki Gabilondo, que ha tenido que hacer las maletas y marcharse a Bucarest (Rumanía).
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que la OTAN celebra cumbre, un equipo capitaneado por Gabilondo emitirá hoy sus noticias desde la capital rumana. Es el único gancho informativo que ha encontrado PRISA para justificar que sus presentadores no hagan sus informativos desde los platós de Tres Cantos. Allí, en Rumanía, Sogecable subcontratará la señal y la tecnología a una productora, probablemente a la Mediapro de Jaime Roures.
Los 1.600 trabajadores en huelga, toda la empresa (desde personal de redacción hasta gente de maquillaje), protestan ayer y hoy para negociar un Nuevo Convenio Colectivo para los próximos cuatro años. La última propuesta de la empresa ha sido crear un nuevo Sistema de Categorías y Grupos en el que, según denuncian los trabajadores, se baja a toda la plantilla el salario base. Solo la sección de Nacional trabajó con normalidad.
Ayer, durante el primer día de parón total, Cuatro y CNN+ realizaron y difundieron sus informativos desde el Congreso de los Diputados, en donde todas las televisiones nacionales cuentan con pequeños sets de producción. Todo con la excusa de cubrir la sesión constitutiva de las Cortes. Javier Ruiz dio paso a todas las noticias desde la sala de prensa de la cámara Baja y su compañera Mónica Sanz hizo otro tanto desde una calle de Madrid. El resultado, algo chapuza. Se colaron “negros” en la cabecera, no hubo rótulos, los audios fueron pésimos y se hizo todo con una sola cámara.
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Un recuerdo incómodo:
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