Miguel Pérez de Lema
Sí, ya sé que hemos visto todos mil veces la película. Pero eso no importa. Hay que volver siempre a los clásicos, siempre. Mejor ver mil veces un clásico que ver mil mierdas nuevas. Pero sobre todo es importante volver a verlo para no dejar de reírnos.
Cuanto peor mejor, hay que reirse, reirse, reírse.
-¿A pesar de que todo está podrido?
-No. No se trata de reírse a pesar de todo. Si crees eso aun te quedan peldaños por bajar -¿o subir?-.
Hay que reirse, precisamente, porque todo está podrido. Eso es lo risible. El señor consejero delegado, una vez que ha dejado de darte miedo, te da risa, y la señora jueza, y el teniente coronel, y el comprometidísimo, y el leal al ciento por ciento.
Hay que reírse. ¡Vamos Brian, con ánimo!
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