Un solo hombre (de “confianza” para más inri), ha robado 5000 millones de euros de la Société Générale.
Vaya mi pésame a los pequeños accionistas.
Y mi más sincera enhorabuena para ese ladrón cuya inteligencia alaban sus exjefes. Claro, que tampoco van a decir que les robó un imbécil y que cualquiera con dos dedos de frente podría hacerlo.
Yo de pequeña soñaba con robar la recaudación de un día de El Corte Inglés (entonces nadie usaba tarjetas, sólo dinerito contante y sonante). Según parece, el brillante ladrón tiene unos 30 años. Cinco mil millones de euros no deben ser fáciles de esconder, pero es de suponer que lo debe tener todo muy bien planeado y que, si no es gilipollas, vivirá como un rey toda la vida.
¿Qué será lo primero que se habrá comprado: un yate, un jet privado, una isla, una guerrilla?